En reiteradas ocasiones hemos venido explicando la difícil situación que enfrenta el Gobierno en su intención de ganar, o por lo menos perder cerradamente, las elecciones del 6D. Para eso diseñó y ejecuta en este momento una operación que ha recibido el nombre popular de “Dakazo II”, porque busca los mismos efectos que logró con el famoso “Dakazo”.
Sin embargo, pareciera que la crisis venezolana es de tal magnitud, que no podrán fortalecer lo suficiente la falsa sensación que los problemas se están superando, porque mejoraría el abastecimiento, desaparecerían las colas y se recuperaría un poco la golpeada calidad de vida del venezolano. El “Dakazo II” parece que se desinfla.
El origen
Para que usted se ubique en un contexto, hagamos un poco de historia. Corría el año 2013 y el país se preparaba para acudir a las elecciones municipales. El Gobierno tenía dificultades, no tan graves como las actuales, pero igual les generaba mucha preocupación la posibilidad de perder la mayoría de las Alcaldías del país a manos de la oposición.
Pero a partir del 8 de noviembre de ese año la suerte comenzó a cambiar para el Gobierno, por cuanto ese día el presidente Nicolás Maduro Moros ordenó a la extinta Sundecop, hoy Sundde, con el apoyo de la Fuerza Armada Nacional que se bajaran los precios en la famosa tienda Daka de Punto Fijo, con el alegato que estaban especulando con los precios a pesar que supuestamente recibían dólares preferenciales.
La Sundecop actuó y bajó los precios hasta en 77% lo que provocó que grandes cantidades de personas se agolparan a las puertas de Daka en Paraguaná y en el resto de sus tiendas en el país, para comprar a precios muy bajos. Visto el efecto popular de la medida, el Gobierno extendió a muchas otras tiendas de electrodomésticos la decisión a nivel nacional e incluso se activó contra tiendas de ropa, calzado y ferretería (recordemos lo ocurrido con EPA).
El país vivió una burbuja que luego estalló dejando tras de sí inventarios agotados y promesas incumplidas, porque el Gobierno garantizó a los dueños de las tiendas que tendrían los dólares para reponer sus inventarios. Eso no ocurrió y aún hoy a casi dos años del “Dakazo” hay serias dificultades de abastecimiento en electrodomésticos y ropa, pero además los precios ahora son mucho más altos que en 2013.
El nuevo “Dakazo”
Cómo ya no hay comercios a los cuales ordenar bajar los precios, el Gobierno diseñó su “Dakazo II” en varios frentes, entre ellos la importación masiva de alimentos para distribuirlos de forma tal que beneficiaran preferentemente a los electores que ha venido integrando su votación.
Para lograr esos fines desde principios de año vienen realizando algunas operaciones financieras con el fin de disponer de recursos o apelaron a trueques de deuda petrolera por alimentos, como ocurrió con Uruguay. En la primera instancia se recuerdan operaciones de venta de facturas petroleras y las transacciones swap de oro, entre otros movimientos.
Por eso entre agosto y septiembre han llegado al país más de 60 mil toneladas de alimentos y acaban de arribar 150 toneladas de insumos médicos. Pero eso no es suficiente para aliviar la crisis, porque las cantidades que han llegado cubren de forma parcial la caída de los inventarios.
Por ejemplo, el arroz recibido apenas alcanza para cubrir 16% de la demanda nacional en tres meses, el trigo sólo cubre un mes de producción, la carne satisface el 4,2% del consumo mensual y así sucesivamente todos los rubros que han sido comprados o intercambiados, no lograrán paliar la escasez.
Y no la pueden paliar con esas importaciones hasta ahora, porque los inventarios están en niveles críticos y hasta se usó una especie de reserva estratégica que muchas empresas tenían almacenada. Por eso pareciera que el “Dakazo II” se desinfla y corre serio peligro el objetivo electoral del Gobierno.
Los planes iniciales preveían que el “Dakazo II” permitiera un alivio temporal hasta el 6D, sin importar que luego de esa fecha los problemas se agravaran. Sin embargo, todo indica que las dimensiones mismas de la crisis, tienen un efecto demoledor en los objetivos gubernamentales.
Todo este esfuerzo es parte de la ingente necesidad de los líderes del Gobierno de mantenerse en el poder, porque recordemos que “el costo de salida” para ellos es muy alto. Pronto analizaremos en detalle ese “costo de salida”.
Mientras tanto el Gobierno se aferra al: “Dios proveerá”.
Darwin Chávez|@VerdadesRumores
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