El cambio que nos promete la MUD es el típico Gatopardo, cambiarlo todo, para que las cosas empeoren.
“Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie” (Con motivo de los pasados resultados electorales)
Pablo Hernández Parra / Soberania.org
El resultado electoral del 6 de diciembre ha sorprendido no tanto por el triunfo de la oposición sino por la diferencia de votos[1] con respecto al gobierno. En ese sentido, el llamado chavismo, como un movimiento aluvional forjado desde el Estado a partir de los cuantiosos ingresos petroleros recibidos en este período, recibe su sentencia de muerte. Si el fallecimiento de Chávez fue el plomo en el ala que le quitó el vuelo, este resultado electoral es su disparo final.
Pero -ojo-, la agonía del chavismo como “movimiento de masas” no significa en absoluto el fin del militarismo, del ejército y policías como árbitros de la política venezolana y elemento principal en cualquier “transición democrática”[2].
El mensaje enviado por la MUD al ejército en medio de la euforia del triunfo, no deja lugar a duda sobre el papel que le asigna la oposición en el cambio que prometen:
“A nuestros hermanos de la Fuerza Armada, nuestro mensaje de aprecio y de reconocimiento. Yo pido un aplauso para la Fuerza Armada Nacional, a los efectivos del Plan República. Ustedes son hermanos y hermanas, padres y madres, con la única diferencia de que visten uniforme y que los compromete con este país el sagrado juramento a la bandera. Un juramento en defensa de nuestra soberanía y nuestra patria”[3].
Por su parte, la declaración de María Corina Machado fue más tajante pues “reconoció la labor de los efectivos de la Fuerza Armada Nacional (FAN), en cuyos componentes dijo aún ‘existe la reserva moral para cumplir su papel en la transición a la democracia en paz'”[4] (subrayados nuestro). En otro escrito la señora Machado con el ya característico doble discurso de todo líder opositor, remata con esta perla: “Al cabo de 200 años de vida republicana, los venezolanos derrotaremos el militarismo. Paradójicamente, ello pasa por salvar a las FAN”[5] (¿?).
Y esta cuestión del papel del ejército como árbitro y garante de la transición no debemos perderlo de vista, porque en ella está la esencia del cambio gatopardiano en marcha. Se trata no solo de mantener los cambios principales en elEstado militar, policíaco y delictivo introducido por el gobierno de los militares, sino preparar los futuros acuerdos entre las camarillas de ambos bandos y su inevitable alianza[6], tanto para llevar adelante las negociaciones de restructuración de la deuda y conclusión del programa de ajustes con el capital internacional, así como enfrentar conjuntamente las movilizaciones, protestas y luchas en especial de los trabajadores ante el inevitable agravamiento de las condiciones de vida de estos últimos.
Ahora bien, un aspecto importante del discurso del secretario de la MUD en la madrugada del 7 de diciembre, fue el disfraz con que envuelven y envolverán su dobles discursos. ”Hoy tenemos razones para celebrar: el país pedía un cambio y ese cambio comienza hoy”.
Quien lea con detenimiento el citado discurso y lo relacione con toda la campaña electoral de la oposición, podrá ver con absoluta claridad que el cambio que nos promete la MUD es el típico Gatopardo, cambiarlo todo, para que las cosas empeoren. Y aquí, precisamente, es donde debe radicar la esencia de las luchas, programas y movilizaciones de todos las clases y sectores sociales interesados en una real transformación del país y no servir de cómplices y comparsa de esta resurrección de la IV República en pleno siglo XXI, con todos sus defectos, arbitrariedades y engaños y, si se quiere, con ninguna de sus virtudes.
El fundamento de nuestra posición es muy sencillo: el pueblo ha votado siempre por un prometido cambio[7], entendido éste básicamente como mejoramiento en sus condiciones materiales de vida y no por las abstractas promesas de“democracia, libertad e igualdad” que, como lo sentencia la historia, jamás se han cumplido para esas mayorías.Éstas, en especial la masa trabajadora, no solo ponen los votos, sino también los muertos en las “revoluciones” y, por si fuera poco, con su trabajo sostiene a la parte parasitaria de la sociedad, integrada hoy en Venezuela no solo por la burguesía y la burocracia estadal y militar, sino también entre los “excluidos de abajo”. En efecto, este gobierno movilizó a costa de la Renta Petrolera a una masa no despreciable cuya mayoría viven sin trabajar, en especial en sectores productivos o de servicios socialmente útiles y necesarios[8]. En ese sentido, los problemas y situación que llevó a la población (chavista y opositora) a votar masivamente contra el gobierno, tiene muy poco que ver con la llamada“defensa de la democracia, libertad de expresión o la libertad de los presos políticos” y si muchísimo que ver con:escasez, colas, especulación, desempleo y subempleo, bajos salarios, carencia de medicinas, repuestos, deterioro de los servicio elementales de agua, luz, transporte, inseguridad, violencia, proliferación del crimen, abuso policial y militar, impunidad galopante, corrupción creciente, etc.
Y esta situación que afecta a las mayorías de la población, donde pobreza, hambre y miseria crece día a día, tiene como causa principal -pero no única-, la situación de la economía y en especial la de su industria fundamental: PDVSA.
Por ello, en ningún momento, NI EL GOBIERNO NI LA OPOSICION a lo largo de toda la campaña electoral expusieron sus propuestas en torno a esta cuestión medular. Y no es un olvido, desconocimiento o subestimación por parte de ellos. La razón es más concreta: ambos contendientes representan y sirven a los mismos intereses y como las dos caras del dios romano Jano, son la izquierda (disfrazada de “socialista y revolucionaria”) y la derecha (disfrazada de “democrática y anticomunista”[9]) del capital y los patronos.
En ese sentido recordamos, una vez más, que el problema principal de los venezolanos lo causa ante todo la situación de la industria petrolera expresado en:
- PDVSA está sencillamente quebrada, sin tecnología ni capital para tan solo el mantenimiento de su infraestructura, en especial las refinerías.
- El yacimiento petrolero venezolano, en especial la Faja Petrolífera del Orinoco, ha sido privatizado vía empresas mixtas en sus principales campos en más de un 40 % a las compañías petroleras internacionales y aún a gobiernos extranjeros.
- La producción petrolera sigue en caída libre, unida a la hipoteca de más de un tercio de la producción y la caída de los precios del petróleo. Esta situación indica con claridad que sencillamente no hay Renta Petrolera y PDVSA se mantiene a flote a través de un endeudamiento creciente del exterior, ventas de activos y los préstamos masivos delBCV en bolívares para cumplir con sus obligaciones nacionales[10].
- PDVSA sigue comprando petróleo en el exterior, llegando estas compras hasta un tercio de sus ingresos totales. (VerAnexo 1)
- PDVSA y el Estado venezolano a través de la estafa conocida como el Fondo Chino (pero igual sucede con otros países y compañías) no solo hipotecó su producción por un tiempo indefinido[11], sino que el famoso crédito chino no es más que un vulgar crédito atado donde el gobierno chino se paga y se da el vuelto, y los “proyectos” que desarrollan en el país, en la mayoría de ellos son ejecutados por compañías, personal e insumos provenientes deChina. Este mecanismo se extiende a otras operaciones similares como son los negocios con Odebrecht, el financiamiento de la transición cubana y las “ayudas y créditos blandos” para sostener las burocracias del ALBA, Petrocaribe, países del cono sur, etc.[12].
- La burocratización, el desmantelamiento del personal técnico de la industria[13] y el aumento desproporcionado de personal ocioso y parasitario en la industria.
Si a este desmantelamiento del país le unimos, entre otras, causas que inciden en la destrucción del país, tales como:
- La masiva fuga de capital y la corrupción como principal mecanismo de acumulación de capital de la Boliburguesía, pero también de la burguesía y banca nacional.
- El endeudamiento creciente del país.
- La destrucción literal de la infraestructura eléctrica, de carreteras, red hospitalaria, servicio de agua, etc.
- El desmantelamiento del aparato productivo nacional, en especial sus empresas básicas[14].
No hay lugar a duda que el cambio prometido por la MUD y la aparente pasividad del gobierno y militares ante el desastre electoral, esconde lo que está a la vista de todos: vamos a una transición que dejará intacto lo esencial del aparato de violencia y represión, así como sus leyes antiterroristas vigentes. Las elecciones le lavan la cara al narcoestado militar y tal como lo expresara con absoluta claridad el gánster económico Francisco Rodríguez en su informe sobre Venezuela el pasado noviembre:
“Las próximas elecciones parlamentarias tienen el potencial de alterar significativamente el panorama político y por lo tanto el menú de opciones de política económica a disposición de las autoridades”[15].
Y cuál es el menú que ofrece la banca internacional al gobierno venezolano, ahora con el apoyo de la oposición:
“¿Habrá más recortes a la importación? Seguramente, este tipo de medida son desagradables y quizás una de las principales razones por las que la actual administración parece tener un momento difícil en las encuestas para las próximas elecciones de diciembre. Pero el gobierno no tiene otra opción. El hecho de que las autoridades venezolanas hayan tomado esta ruta sugiere que temen la otra alternativa impago (Default). Y hay buenas razones para suponer que si el país entra en una cesación de pagos de su deuda, las acciones legales de los acreedores (titulares de los bonos) afectaría severamente la capacidad de la empresa petrolera estatal para generar ingresos. Venezuela podría terminar con menos ingresos –no más– como consecuencia de una situación de impago”.[16]
En resumen: Programa de Ajuste, Restructuración de la deuda o default. Tres formas de morir nos ofrecen el sicario. Y para cada una de esas muertes, “la agencia funeraria de la banca” nos ofrece los sepultureros: los gánster y sicarios, los buitres (Titulares de bonos) y en última instancia le enviaremos a los chacales (Marines)[17].
Conclusión
El resultado electoral es la consumación del pacto gobierno-oposición para preservar al Estado venezolano, lavándole la cara al actual gobierno y negociar unidos con la banca internacional la restructuración de la deuda y sobre todo enfrentar a su único enemigo: los trabajadores y empleados, asalariados públicos y privados, así como el resto de trabajadores socialmente útiles y necesarios, quienes verán deteriorarse aún más sus condiciones de vida y obligados a luchar por su simple sobrevivencia.
Esta situación impone tarea de dotarnos de una táctica política para enfrentar este nuevo engaño y sobre todo un programa que recoja las aspiraciones y necesidades de esas mayorías, perfectamente conquistables bajo el marco de las actuales condiciones. Ante la inexistencia de una clase social productiva de avanzada que lleve adelante esas transformaciones, la realidad impone como una necesidad, que dichos cambios solo serán posible en la medida que el trabajador y el asalariado público y privado adquiera conciencia de su responsabilidad histórica individual, se dote de un verdadero programa de transformación, y en la calle a través de sus luchas y organización asuma su papel de cambiar el mundo en su beneficio y no esperar en un mesías, caudillo o partido que sencillamente son organizaciones forjadas para su auto preservación y no transformar el orden y sistema existente del cual viven.
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Anexo 1[17]:
Las compras de petróleo en el exterior entre el 2012-2014 representaron el 33,69 % de las ventas totales de PDVSA. En ese periodo, la empresa compro 114.783 MM$ en petróleo y derivados en el exterior. Un promedio de alrededor de 33.700 MM$ al año.
La evolución de los pagos de la deuda externa venezolana desde 1997 según Econométrica:
Según “Econométrica prevé que, tomando en cuenta el perfil de vencimientos, Venezuela deberá servir pasivos por 8.364 millones de dólares en 2013; 9.901 millones en 2014; 8.899 millones en 2015; 8.716 millones en 2016 y 9.462 millones en 2017. Un gran total 45.342 millones de dólares, de los cuales, al menos, 40% estará representando en intereses“[19].
Según las diversas fuentes, Venezuela ha pagado por concepto de deuda externa entre el 2012-2015, alrededor de 36.000MM$, el equivalente aproximado a lo que PDVSA destina anualmente a comprar petróleo en el exterior.
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Referencias:
[1] Las estimaciones más optimistas aun dentro de la oposición era conseguir una mayoría simple que rondara los 90 diputados. La desesperada táctica del gobierno de apelar a la figura de Chávez, a las amenazas y violencia, no tenía otro objetivo que evitar que la oposición consiguiera los 112 curules. Pero había plena conciencia de la derrota, tal como lo demostró el Sr. Maduro tan pronto se conocieron los resultados “irreversibles” del 7 de diciembre. Con semejante derrota, era evidente que las bravuconerías y amenazas eran más manifestaciones de miedo que intenciones de combatir.
[2] Esta será la nueva máscara de la oposición. No es casual que en la madrugada del 7 de diciembre la MUD, expresó a través del discurso del Chuo Torrealba con claridad, su posición en defensa del ESTADO venezolano, en especial de su principal órgano de sostén: el ejército.
[3] Y todo este llamado a salvar al ejército y pedir aplausos para la actuación de este el 7 de diciembre, lo declara enfáticamente pese a que en su discurso señala una y otra vez estas expresiones: “…El voto logró vencer democráticamente a un gobierno que no es democrático… Venezuela dio un mandato que es una campanada histórica, un alto en el camino de la destrucción… Vivimos la peor crisis de nuestra historia El pueblo no tolerará ni el más pequeño desvío de los principios que están establecidos en la Constitución. ¡No más! ¡Ya basta!… Venezuela tiene una Asamblea Nacional al servicio del pueblo, que se guiará por los principios de la Constitució… Esta victoria histórica, además, es una esperanza real para aquellos que durante este tiempo han sido injustamente perseguidos, encarcelados, inhabilitados o exiliados. Nos comprometemos a devolverles sus derechos como ciudadanos libres para poder verlos junto a nosotros, construyendo el país que viene”. Un ejemplo de doble discurso no puede ser mejor presentado. De un lado reconocen que el gobierno no es democrático, que viola la constitución, que ha destruido al país, lo ha dividido, que persigue e inhabilita a sus ciudadanos, que el ejército ha estado al servicio de un partido y sin embargo la misión no es enjuiciarlos y disolver esa fuerza militar que se puso por encima de las leyes y destruyó al país, sino que “hay que salvarla, porque en ella hay reservas morales”. Vaya muestra de cinismo y doble discurso en tan solo dos páginas: http://prodavinci.com/2015/12/07/actualidad/este-es-el-discurso-que-leyo-jesus-chuo-torrealba-en-la-victoria-de-la-mud-monitorprodavinci/
[5] http://www.ventevenezuela.org/salvar-a-las-fuerzas-armadas-nacionales-por-maria-corina-machado/ En ese sentido, la señora Machado como Torrealba demuestran con absoluta claridad que ellos son ante todo defensores del Estado vigente y parte imprescindibles en el engaño democrático y electoral de dicho estado
[6] Esta inevitable alianza, propia de toda “transición democrática” incluirá las inevitables empresas mixtas entre el Estado, el capital privado y claro está la Boliburguesía, especialmente militar convertida en flamantes empresarios.
[7] Desde el siglo XIX esa consigna ha sido el eslogan electoral y la divisa de todas las “revoluciones” que han azotado al país.
[8] Y a los cuales ya la MUD se comprometió a mantener ese parasitismo social a costa del Estado, cuando en realidad es a costa de la masa de trabajadores que en PDVSA y restos de actividades productivas y con sus impuesto son los que en definitiva pagan no solo a la burocracia estadal y militar sino a ese moderno “proletariado romano” que como en la antigüedad vive sin trabajar a costa del Estado.
[9] No debemos olvidar que cuando Chuo Torrealba en nombre de la oposición declara: “El pueblo no tolerará ni el más pequeño desvío de los principios que están establecidos en la Constitución. ¡No más! ¡Ya basta! Respeten la decisión del pueblo… Hoy esto cambió: ahora Venezuela tiene una Asamblea Nacional al servicio del pueblo, que se guiará por los principios de la Constitución y que esa Constitución será una brújula común que guíe las actuaciones de todos los poderes en Venezuela”. Parece que se les olvidara que ellos votaron en contra de esa constitución en 1999 y luego pasaron por encima de ella en abril del 2002. En fin, los políticos tienen memoria muy corta, cuando les conviene.
[10] Cuando gobierno y oposición declaran al unísono salir del modelo rentista, sencillamente están reconociendo una realidad: No hay renta petrolera, tal como lo ha demostrado el Ing. Sáez en sus diversos análisis. Pero ambos cómplices no explican porqué luego de más de 80 del cuento de “Sembrar el Petróleo”, a dónde ha ido a parar esa Renta petrolera y sobre todo quién la administró y en beneficios de cuáles factores de poder.
[11] Recuérdese que el “préstamo chino” es una suerte de barril sin fondo, que lo renuevan cada dos o tres años, donde lo único que crece es la deuda con los chinos y las comisiones para la Boliburguesía que firman dichas renovaciones. Pará un análisis de esta estafa léase los análisis y documentos del Ing. Sergio Sáez en diversas páginas de Internet, entre ellas: www.petroleoyv.com, ww.soberania.org y rupturaorg.blogspot.com
[12] Solo el caso de los planes ferrocarrileros del Centro del país y la línea de Anaco-San Carlos de Cojedes es una de las primeras auditorias que la “nueva” Asamblea Nacional debería investigar. A igual que los proyectos inconclusos de Odebrecht, investigada en la actualidad en Brasil, por soborno en el orden de los 2000 MM$. Aquí en Venezuela los negocios de esta compañía sobrepasan los 10.000 MM$ y la mayoría de las obras iniciadas están sin terminar, como la represa de Tocoma, tercer puente sobre el Orinoco, proyectos agropecuarios, obras del Metro, etc. En ambos caso hay proyectos con más de 8 años en ejecución, pese a que fueron prometidos para el 2010-2012.
[13] Esta verdadera masacre en beneficio del capital petrolero internacional, es obra personal del célebre comandante Fausto, o Ali Rodríguez Araque, al frente de PDVSA. Hoy disfruta de una vejez tranquila en la principal perla del Caribe.
[14] No incluimos la inseguridad, el crecimiento de la industria del crimen, el narcotráfico, hiperinflación, regreso del hambre y la miseria, la crisis humanitaria en salud y asistencia hospitalaria, etc., para no hacer más largo el artículo.
[15] BANK OF AMERICA-MERRIL LYNCH. Mirador de Venezuela, El Libro Rojo: edición de 3T, 02/11/2015, Francisco Rodríguez Andean/ Jane Braue
[16] Ídem.
[17] Sobre las elecciones y lo que la banca internacional esperaba de ellas escribimos: Venezuela 2016: Visión y objetivos de la banca internacional, en http://www.soberania.org/2015/11/27/venezuela-2016-vision-y-objetivos-de-la-banca-internacional-i/ Además vea: http://www.soberania.org/2015/11/10/militares-verdaderos-hijos-de-chavez/ yhttp://www.soberania.org/2015/11/25/sicarios-economicos-el-capital-no-tiene-patria-solo-intereses
[18] Fuente: Estados Financieros Consolidados, 31 de diciembre de 2014, 2013 y 2012. http://www.pdvsa.com/
[19] La cifra exacta del periodo son 45.764 MM$, no sabemos de quien sería el error y se colocó como cifra total 90.684
Véase: http://www.altag.net/pagos-anuales-de-deuda-pasaran-de-us8-000-millones/#sthash.gEt1c6RQ.dpuf
Pablo Hernández Parra | Profesor de la Universidad Yacambú, Barquisimeto, Edo. Lara, Venezuela.
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