Esta semana se han acumulado una serie de hechos que ponen sobre la mesa la creciente persecución contra la libertad de expresión que estamos viviendo en nuestras sociedades.Las demostraciones que hemos tenido de ello en estos últimos días son múltiples y variadas.Vamos a enumerar unas cuantas…En el Microlector, exponíamos un caso recientemente acontecido en Alemania…UNA HAMBURGUESERÍA ALEMANA SE ARRUINA POR LAS AMENAZAS DE SEGUIDORES DE ERDOGANEl restaurante Urban Burgery de la ciudad alemana de Colonia ha tenido que ser cerrado después de que el dueño recibiera amenazas por servir a sus clientes una hamburguesa bautizada con el nombre de Tayyip Erdogan.“Hasta nuevo aviso, el restaurante está cerrado”, ha explicado a los periodistas Joerg Tiemann, director general del restaurante.El local ofrecía en su carta el Erdogan-Burger, una hamburguesa “apetitosa y jugosa” y “con un buen trozo de queso de cabra, claro”, según la carta. El queso de cabra es una referencia al poema satírico del humorista alemán Jan Böhmermann, en el que afirmó que el presidente turco mantenía relaciones sexuales con cabras e insinuó que Erdogan “mira porno infantil mientras ataca a los kurdos”.Al principio, todo iba bien, sin embargo, el jueves pasado, 6 de mayo, “cuatro hombres musculosos vestidos de negro se colocaron frente al restaurante y permanecieron allí observando durante 20 minutos”, según ha declarado Tiemann al diario Bild. “Ya no podía garantizar la seguridad de mi equipo”, ha agregado.La incorporación del Erdogan-Burger a la carta del restaurante fue una muestra de solidaridad con el humorista Jan Böhmermann y con los periodistas del diario Cumhuriyet condenados a prisión en Turquía.Recordemos que Jan Böhmermann es el humorista alemán que fue despedido de su trabajo en la televisión por realizar un “poema ofensivo” contra el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, en el que de forma muy sarcástica, el humorista criticaba los constantes abusos del presidente turco contra la libertad de prensa en su país y sus constantes crímenes contra los kurdos.Entre los abusos dictatoriales de Erdogan, está la persecución judicial contra dos periodistas del periódico Cumhuriyet, Can Dündar, de 54 años, y su colega, Erdem Gul, de 49 años, acusados de “espionaje y de intentar derrocar al gobierno”, en mayo de 2015, por hacer su trabajo y publicar un video que revelaba el envío de armas a los rebeldes y terroristas en Siria mediante camiones supervisados por la inteligencia turca.De hecho, el periodista Can Dundar estuvo a punto de morir el pasado 6 de mayo a la puerta del tribunal de Estambul donde está siendo juzgado, por un individio desconocido que disparó contra él al grito de “traidor”.No hace falta decir, que el individuo en cuestión, era un defensor de las políticas represivas y neo-fascistas del presidente islamista Erdogan.El mismo tipo de fanáticos defensores del presidente turco, son los que han conseguido que cerrara la hamburguesería Urban Burgery de Colonia.Y es que el caso del presidente turco, es una de las mayores vergüenzas a escala mundial en estos momentos.Recapitulemos: tenemos a un gobernante dictatorial que persigue y encierra a todo aquel que le critica, le denuncia o incluso a quien se atreve a burlarse de él en Twitter, como vimos en la noticia NO ES BROMA: EXPERTOS TURCOS ESTUDIAN SI COMPARAR A ERDOGAN CON GOLLUM MERECE PENA DE CÁRCEL.Un grupo de expertos de Turquía, está estudiando si comparar al presidente Erdogan con el personaje de Gollum del Señor de los Anillos debe ser penado por la ley.Aunque parezca mentira, un tribunal de la ciudad turca de Aydin ha pedido a un comité de expertos que evaluen si el presidente del país fue insultado por Bilgin Ciftci, un médico, quien fue despedido en octubre después de compartir un meme comparando las expresiones faciales de Recep Tayyip Erdogan con el personaje de Gollum.Tenemos pues a un presidente dictatorial, que siguiendo la tradición de los dictadores del siglo XX, envía a sus matones a tratar de asesinar o arruinar a los que le critican, tildándoles de “traidores”.¿Y cual es la respuesta de Europa ante las políticas inaceptables de este firme candidato a futuro tirano y genocida?Pues rendirse a sus pies, negociar con él para permitir que sus matones puedan entrar en la Unión Europea sin visado y en el caso de Alemania, echar de su trabajo al humorista que le ha criticado y permitir que los matones pro-erdogan, consigan cerrar negocios por la fuerza bajo amenaza.¡Un aplauso para Angela Merkel y para la Unión Europea: que gran ejemplo de respeto por los derechos de sus ciudadanos y la libertad de expresión!
Pero este no ha sido el único caso en que fanáticos seguidores de algún líder político, han atacado como perros rabiosos a alguien por “meterse con su amo”.En EEUU hemos tenido otro ejemplo: el ataque realizado contra una joven artista que cometió el sacrilegio de crear una obra que se burlaba de Donald Trump, ese payaso populista que algunos tratan de vendernos como “un anti-sistema defensor de la libertad, que pone nerviosas a las élites” ( permítanme que me ría. ¿quién con dos dedos de frente puede considerar anti-sistema o anti-elitista a un multimillonario? ).Bien, el caso es que la joven cometió el terrible crimen de pintar a Donald Trump con un micropene, como burla a las constantes alusiones al tamaño de su miembro que el multimillonario ha ido realizando a lo largo de su campaña, incluso durante algun debate televisado (con un tipo de mensaje adecuado para el nivel intelectual del norteamericano medio).En Enero, Illma Gore, una artista de 24 años que reside en Los Ángeles, comenzó una obra que sabía que provocaría controversia: una pintura en la que aparece Donald Trump desnudo con un pene muy pequeño.La obra estaba titulada como “Make America Great Again” (“Haz a Estados Unidos grande otra vez”), el lema de la campaña de Trump. La imagen se volvió viral.Tras varias amenazas, la artista Illma Gore asegura que fue golpeada mientras caminaba por su barrio en Los Ángeles.Lo que siguió, según contó Gore a BBC Mundo, fue una sucesión de amenazas anónimas. Incluso le cancelaron su página de Facebook. Pero hace diez días, indica, la violencia pasó de las redes sociales, correos electrónicos y llamadas a la vida real.La artista asegura que el pasado 29 de abril mientras caminaba por su barrio en Los Ángeles, desde un auto comenzaron a gritarle frases de apoyo a Trump. Según explicó, desde que se hizo público su cuadro, han circulado en internet su imagen, nombre y hasta sus datos personales, por lo que en varias oportunidades la han reconocido e insultado por la calle.Según su relato, el auto frenó y antes de que ella pudiera reaccionar, el hombre que viajaba en el asiento del acompañante se bajó y la golpeó en la cara al grito de:“¡Trump 2016!”.¿Este tipo de actitud de “defensa rabiosa del estimado líder”, no recuerda poderosamente a la que tienen los defensores de Erdogan en Turquía y Alemania?Cuando alguien se dedica a defender a muerte a “su líder”, se llame Trump, Putin, Erdogan, Netanyahu, Obama o Maduro, no actúa como una persona, sino como un perro que defiende a “su amo”.Y ver que este tipo de actitudes siguen repitiéndose en pleno año 2016, es altamente inquietante y descorazonador.
Pero la persecución de la libertad de expresión, ha tenido otras caras.Y uno de los ejes de expresión, lo hemos tenido alrededor del nazismo.En España veíamos la siguiente noticia:La directora del semanario satírico ‘El Jueves ’, Mayte Quílez, ha sido agredida a primera hora de este miércoles en el portal de su casa cuando volvía de correr por la ciudad.Quílez ha recibido a las puertas de su casa un puñetazo en la cara por parte de un hombre que llevaba una sudadera con capucha.Esta supuesta agresión llega el día después de que la revista haya publicado una polémica portada donde cargaba contra el crecimiento de la ultraderecha y los grupos neonazis en diferentes puntos de Europa.Otro síntoma más de la creciente putrefacción que están viviendo las sociedades occidentales y especialmente España, donde los nazis y en especial la ultraderecha, sigue más presente que nunca, aunque trate de camuflarse bajo las siglas de algunos partidos “democráticos”.Pero curiosamente, y como ya viene siendo habitual, el nazismo también ha servido de pretexto para perseguir la libertad de expresión en dirección opuesta.En lo que ha sido uno de los ataques contra la libertad de expresión más alucinantes y vergonzosos de los últimos tiempos, esta misma semana hemos podido ver como en Escocia, un hombre era arrestado por la policia, por subir a Youtube un video humorístico en el que enseñaba a su perro a comportarse como un nazi.Así es como lo exponíamos en el Microlector…Un hombre de Escocia ha sido detenido tras subir a Internet un vídeo que muestra a un perro haciendo supuestamente un saludo nazi ante Adolf Hitler, que aparece en la televisión.El vídeo muestra a un perrito sentado frente a una pantalla que muestra imágenes del Führer, mientras que su amo le levanta la pata, imitando de tal manera el saludo nazi.Las imágenes habían sido compartidas en internet por un hombre de 28 años de la ciudad de Coatbridge, y según ha reportado la policia, “han ofendido y herido a muchas personas en nuestra comunidad”.Según las autoridades escocesas: “No hay lugar para los delitos de odio en Escocia y la policía toma todos los reportes de incidentes en serio.”Después de que el video se hiciera viral, el hombre reveló en una entrada de su blog que había sido despedido de su trabajo como trabajador temporal de un centro de llamadas.En el video se puede ver al joven diciéndole a su mascota“¿quieres gasear a los judíos?” en diferentes circunstancias a lo largo del día. Curiosamente, el perro solo responde o actúa ante la “propuesta” de “gasear a los judíos” de su dueño.Finalmente, el hombre pone a su perrito ante una pantalla que emite un discurso de Adolf Hitler y a continuación se le puede ver diciéndole al animal “Sieg Heil”, a lo que el animal responde levantando la pata como en un intento de saludo nazi.El hombre declaró que tan pronto como el video comenzó a acumular visitas (más de 1 millón), supo que “algo iba a suceder”, pero insiste en que el video era sólo una broma.Su actitud fue tildada de “indignante” y el Consejo Escocés de Comunidades Judías desestimó sus afirmaciones de que era una broma.Más tarde, el hombre emitió una disculpa a la comunidad judía, y dijo que nunca tuvo la intención de ofender a nadie.“Estoy asustado porque todo el mundo va a pensar realmente que odio a los Judios. Honestamente, yo no odio a nadie, el propósito del video sólo era molestar a mi novia”Como comentábamos al final del artículo, el video tiene un evidente tono de broma, que quizás pueda calificarse de muy mal gusto.Pero si el humor de mal gusto debe provocar un arresto policial, esperamos que no tarden en detener a humoristas como Adam Sandler o Sacha Baron Cohen, cuyos continuos insultos hacia otras comunidades y su humor zafio, barriobajero y de pésimo gusto, merecería también un arresto.Vean el video para hacerse una idea del “horrendo crimen” cometido por este joven escocés…En el conjunto de noticias anteriores, hemos visto ejemplos de represión violenta de la libertad de expresión realizados por fanáticos seguidores de líderes o ideologías. Aunque es muy preocupante, no deja de ser la repetición de un conjunto de actitudes fanatizadas que hemos visto en el pasado, expresadas con diferentes gamas de colores ideológicos.Nada nuevo bajo el sol.Pero el caso del joven escocés y su perro, supera diferentes líneas y nos advierte de algo que va incluso más allá.Estos últimos años hemos estado experimentando un lavado de cerebro masivo a escala internacional, que bajo el lema de la “corrección política”, se ha traducido en una persecución de todas aquellas expresiones que puedan ser consideradas “discriminatorias o que inciten al odio”.Con el falso pretexto de defender a los “colectivos desprotegidos”, se ha extendido sobre la sociedad un paraguas de represión psicológica masivo, que persigue cualquier expresión que contradiga determinados discursos.Y uno de los primeros focos de represión de todo tirano, es el campo del humor.La tiranía es capaz de tolerar algunas expresiones, pero jamás tolera la sátira; y no lo hace nunca, porque básicamente, el sentido del humor es una de las expresiones superiores de la inteligencia en el ser humano.Reprimiendo la expresión humorística, se reprime una actividad superior del cerebro, un paso indispensable para poder inculcar doctrinas fanatizantes que programen a la población.La represión del humor, la hemos visto con el humorista alemán Jan Bóhrnemann, que perdió su trabajo por burlarse de Erdogan, pero también lo hemos visto mil y una veces a nuestro alrededor, cuando alguien comete el espantoso crimen contra la humanidad de realizar bromas que puedan ser consideradas “sexistas, racistas, homófobas, discriminatorias, antisemitas, islamófobas o xenófobas”.Y es que estamos viviendo uno de los momentos más tristes de las últimas décadas,porque bajo la etiqueta del “respeto a la diferencia”, en realidad se están instaurando las bases para una nueva inquisición tiránica, que tendrá muchas caras y muchas facetas y que no solo reprimirá nuestras expresiones, sino nuestras mentes.El patético caso del “perro nazi” es un ejemplo más de ello.¡Estamos ante el caso de una persona que ha sido detenida por hacer una broma con su perro, en su propia casa y por subir un simple video a Youtube! ¡No es que Youtube haya retirado el video: es que la policía ha ido a su casa y lo ha arrestado, directamente!Aunque es cierto que en este caso en concreto estamos ante una maniobra represiva impulsada por el poderoso lobby judío británico, que trata de convertir a su pueblo en algo intocable bajo el pretexto sempiterno del nazismo y el holocausto, lo cierto es que esta persecución es un síntoma de algo que va más allá.Ahora se detiene a alguien por, presuntamente, burlarse del holocausto, pero en el futuro quizás podamos ver a alguien detenido tras ser acusado de burlarse de un gay, de un negro, de una mujer o de un musulmán.Y el cargo será “homofobia, racismo, sexismo o islamofobia”, etiquetas que alcanzarán el rango sustitutivo de los viejos pecados.Y esto no se detendrá aquí. Pronto determinadas expresiones no se tratarán sólo como un “delito de incitación al odio”, sino que serán consideradas como la expresión de una condición psiquiátrica que debe ser curada mediante algún tipo de tratamiento farmacéutico.¿Cuánto tiempo tardaremos en ver aparecer a un médico en televisión, diciéndonos que hay una nueva enfermedad psiquiátrica llamada“homofobia” o “sexismo” o “xenofobia”, mientras nos muestra imágenes de un escáner cerebral y nos dice, con expresión cuasi-sacerdotal: “hemos detectado que las expresiones de homofobia se producen en esta zona del cerebro y hemos inventado un tratamiento para evitarlas”?¿Alguien quiere apostar?¿Qué quedará pues de la libertad de expresión en el futuro?¿Qué quedará del sentido del humor, muchísimas veces basado en la burla y el escarnio de otros colectivos?Cuando una sociedad pone barreras al humor, siempre, de forma ineludible, muere la libertad de expresión y tras ella, la libertad de todo tipo.Siempre.La única forma de combatir la burla, es con la burla; la única forma de combatir el humor, es con el humor; la única forma de combatir las ideas es con otras ideas.Así debería ser en sociedades que se hacen llamar “libres y democráticas” y en las que sus ciudadanos fueran personas maduras.Pero por lo visto, este no es el futuro que nos espera.Después de tantas décadas de lucha por la libertad, que han implicado a tantas generaciones de mujeres y hombres que se han dejado la piel para construir sociedades en las que al menos pudiéramos expresarnos libremente, resulta que de nuevo, y sin que nadie se haya dado cuenta, la forma de contrarrestar las ideas expresadas por los demás, es a base de amenazas, golpes, tiros y represión policial y judicial.Pero por lo visto, no hay demasiada gente preocupado por ello.Quizás es que estamos muy equivocados y el derecho más importante en la sociedad actual, es que no nos prohiban hacernos “selfies”…
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