Cada vez se confirma de forma más fehaciente, que la reciente elección de Donald Trump ha representado un soplo de aire fresco para los intereses de los sectores más sionistas de Israel.Tras la elección de Trump como presidente, hemos podido ver a un Netanyahu desatado, como un perro rabioso que hubiera estado amarrado con una cadena y que de repente hubieran liberado y pudiera lanzarse a atacar y a morder a diestro y siniestro.Las primeras medidas de Netanyahu tras la marcha de Obama, un estorbo constante para sus planes expansionistas en Oriente Medio, han sido aprobar la construcción de varios miles de viviendas ilegales en territorios palestinos ocupados, las llamadas colonias israelíes, cuyo objetivo es ir desplazando a la población palestina a través de la ocupación de su territorio.Así hemos visto, por poner un par de ejemplos, la autorización para la construcción de 153 viviendas en el este de Jerusalén o de 2500 en Cisjordania, todo bajo el paraguas que le ofrece a Israel la nueva administración norteamericana.El propio netanyahu lo decía abiertamente: “Vamos a hacer muchas cosas de manera diferente después de que Israel haya sufrido durante los ocho años de presidencia de Barack Obama la política de ni un ladrillo”.De hecho, dos días después de que se entrevistara con Trump y ambos acordaran mantener una reunión en febrero en Washington, Netanyahu autorizó la edificación de 2500 unidades ilegales en Cisjordania, ocupada por Israel desde la Guerra de los Seis Días, en 1967.También hemos visto gestos inequívocos de Trump en apoyo a Netanyahu, como la congelación de la donación millonaria de última hora, que Obama realizó a Palestina, en los últimos momentos de su mandato.Añadamos a ello la consabida promesa de Trump de trasladar la embajada norteamericana en Israel de Tel Aviv a Jerusalén, algo que podría provocar un auténtico levantamiento en el mundo musulmán, por su carácter altamente simbólico.Es de esperar, no obstante, que el traslado de la embajada no se producirá de inmediato y que la nueva administración de EEUU, sabedora de las consecuencias, esperará al momento adecuado para realizar dicha maniobra (si es que la acaba realizando), para justificar algún tipo de respuesta a los esperados ataques contra intereses israelíes y norteamericanos.La disponibilidad de la nueva administración Trump a venderse a los intereses de los sectores más sionistas de Israel, ha llegado a tal nivel, que para comprar dicha disponibilidad, rabinos israelíes están dispuestos a cambiar la ley judía, para favorecer los intereses de la hija de Trump, Ivanka, tras su conversión al judaísmo.
RABINOS ISRAELÍES CAMBIARÁN LEY JUDÍA PARA FAVORECER A IVANKA, LA HIJA DE DONALD TRUMP Y GANARSE SU FAVORRabinos israelíes pretenden cambiar una ley judía para favorecer a la hija de Donald Trump, Ivanka, y así poder ganar puntos con el presidente de EEUU.Semanas después de que Trump ganara las elecciones presidenciales, algunos de los principales rabinos de Israel anunciaron que trabajarían para cambiar algunas normas con el fin de poder reconocer las conversiones realizadas en el extranjero, señalado en especial a la hija de Donald Trump, Ivanka, que de esta manera, podría ser considerada una judía de pleno derecho.La hija del magnate, cuyo esposo, Jared Kushner, ha sido nombrado consejero principal de Trump, levantó polémica a mediados del año 2016, cuando autoridades religiosas israelíes emitieron un fallo que suscitó dudas sobre su conversión al judaísmo, hecha en 2009 con un prominente rabino ortodoxo, antes de casarse con su esposo, un judío practicante.No obstante, después de que su padre fuera elegido presidente, un grupo de prominentes rabinos abogó por ser más tolerantes con los conversos y mencionaron en concreto el caso de Ivanka, quien gozará de una gran influencia en el gabinete de su padre.De acuerdo con el nuevo plan propuesto por los rabinos, su conversión al judaísmo será certificada sin necesidad de chequeos adicionales.De hecho, un comité rabínico israelí ya se ha reunido varias veces para discutir las normas sobre conversión a un ritmo más rápido de lo habitual, según indican algunos activistas israelíes, que denuncian que el repentino cambio de política parece ser un intento de obtener el favor del nuevo presidente estadounidense.Según denuncia el rabino Seth Farber, director de una organización que representa a conversos que buscan el reconocimiento del rabinato, el momento elegido para este cambio, es ciertamente sospechoso.Elad Kaplan, un abogado de la misma organización, cree que la promesa del rabinato de resolver la controversia de conversión, que afecta a muchos otros conversos además de Ivanka, está directamente relacionada con la elección de Trump. Asegura que sería vergonzoso para Israel y el rabinato, que la familia de Ivanka visitara Israel y las autoridades judías no reconocieran su judaísmo.
Pero quizás, el elemento más inquietante en esta creciente unión de intereses entre Trump y Netanyahu, es el creciente discurso belicista contra Irán.CRECEN LAS AMENAZAS DE ISRAEL A IRÁN TRAS LLEGADA DE TRUMPEl primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha declarado en el Yad Vashem (Museo del Holocausto), en Jerusalén, que la actitud del mundo hacia Irán probablemente cambiará con el presidente estadounidense, Donald Trump, en la Casa Blanca.El premier israelí asegura que el antisemitismo aumenta en Europa, pero que el mayor odio al pueblo judío y al Estado judío proviene de Irán.“El odio a los judíos procede de Irán, del régimen de los ayatolás que aviva las llamas del antisemitismo, y llama directamente a la destrucción del Estado judío”.Esta es la segunda vez en una semana que Netanyahu hace comentarios públicos con respecto a lo que él considera la amenaza iraní, tras un tiempo en que no se había referido a esta cuestión.“Creo que va a cambiar porque hablé hace unos días con el presidente Trump y se refirió a la agresión iraní, habló sobre el compromiso de Irán de destruir a Israel, sobre la naturaleza del acuerdo nuclear y el peligro que representa”.“El silencio del mundo respecto a las amenazas de Irán de destruir israel, terminará con la llegada de Trump”“No tenemos intención de limitarnos a hablar, sino que tomaremos todas las medidas necesarias para defendernos y tomaremos las medidas necesarias para impedir que Irán obtenga los medios para asesinar en masa y llevar a cabo sus horribles planes”.
Es decir, Netanyahu empieza a insinuar de forma clara un ataque a Irán coordinado con EEUU. Y quizás esto tenga que ver con la intención de Trump de crear “zonas de seguridad en Siria”.Es posible que en su infinita bondad, Trump lo haga para salvar a los pobres niños sirios por los que tanto se preocupa, pero existe la posibilidad de que bajo este pretexto, Trump y su administración, en realidad busquen la manera de justificar el envío de tropas a Siria y la creación de bases en el norte del país, algo que les iría de perlas si finalmente decidiesen emprender acciones contra Irán, para redibujar el mapa de Oriente Medio en interés propio y de Israel.Evidentemente, debemos esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimientos.Pero de momento, la cosa tiene mala pinta.Si con la posible victoria de Hillary Clinton se cernía sobre el mundo el espectro de una invasión de Siria y de una guerra con Rusia, ahora se cierne sobre el mundo el espectro de una invasión de Irán y de una guerra con China.La cuestión es que ante todos estos hechos, aún provoca más estupor la retahila de ideas confusas y contradictorias que se han inoculado a través de algunos medios alternativos, en los que se identificaba a Donald Trump con un “enemigo del sionismo”…ver para creer…
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