Afirman los lefebvrianos que así le respondió Marcel Lefebvre a Joseph Ratzinger luego de firmar los protocolos de Sión, Suiza, el 5 de mayo de 1988:
“Aún cuando usted nos diera todo lo que queremos, aún así tendríamos que rechazarlo porque nosotros estamos trabajando para cristianizar la sociedad, mientras que ustedes están trabajando para descristianizarla. La colaboración entre nosotros no es posible” (Mons. Lefebvre al Card. Ratzinger, mayo de 1988).
Es necesario explicar que durante meses, los agentes de Marcel Lefebvre, encabezados por su mano derecha Franz Schmidberger, tuvieron intensas tratativas con el entonces cardenal usurpador Joseph Ratzinger Tauber, quien sería electo antipapa en 2005. Durante las mismas, Lefebvre acordó y firmó los famosos “protocolos de regularización” de la FSSPX con el cual Roma reconocía jurídicamente la existencia de la Fraternidad lefebvriana y la FSSPX aceptaba que se le autorizara consagrar a un obispo, el cual sería probablemente el propio Schmidberger, superior entonces de la congregación y gran amigo de Ratzinger Tauber.
Como surgieron gran cantidad de inconformidades entre los “perplejos”, como los llamaba Lefebvre, éste decidió dar marcha atrás y lo hizo público con una carta dirigida a Ratzinger en la que le espetaba:
“Aún cuando usted nos diera todo lo que queremos… tendríamos que rechazarlo… ”
Si así fuera, entonces para qué hicieron sus peticiones Lefebvre y sus compinches; la verdad es que sí pensaban ensayar, si no encontraban resistencia, la FSSPX se hubiera incardinado a la “Roma anticristiana”, sin más…
Por eso reiteramos la pregunta:
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