El miedo es una interrupción súbita del proceso de
racionalización. Lo primero que nos sucede cuando sentimos miedo es una
interrupción súbita del proceso de racionalización, perdemos la
capacidad de racionalizar una situación cualquiera. Pero ¿es necesario
mantener la racionalización cuando no sabemos lo que está sucediendo?
Generalmente, cuando sucede algo, generamos un prejuicio, pensamos,
muchas veces sin saber exactamente lo que está sucediendo, y generamos
una especie de fantasía mental. Normalmente, esa fantasía trae
consecuencias, muy graves. Si estamos en una situación de peligro,
sucede algo y no sabemos que es mejor no pensar.
Es normal observar en una situación de peligro como las personas
hacen cosas que son justamente las que no deberían hacer. ¿Por que?
Porque piensan sin saber lo que está sucediendo. Si alguien va en el
coche, entra en una curva con exceso de velocidad y piensa, lo primero
que voy a hacer es frenar. Si frena va justamente a causar su desgracia,
pues es ahí donde reside el peligro: frenar bruscamente en una curva
yendo a alta velocidad
EL MIEDO, EN PRINCIPIO, tiene la capacidad de evitar que hagamos
algo mentalmente. Él crea una situación de bloqueo, para cualquier
proceso mental.
El miedo como sensación es una parada súbita de todos los
procesos de motivación, o sea, además de interrumpir los procesos de
racionalización, el miedo crea una parada súbita de la motivación.
Cuando sentimos el impacto del miedo, es como si algo cayese, nos
quedamos sin fuelle, sin motivación para hacer cosas. ESE ES EL SEGUNDO
FENÓMENO QUE EL MIEDO PRODUCE Y TAMBIÉN, SI OBSERVAMOS, ES UNA
INTERRUPCIÓN SÚBITA.
También cuando suceden cosas, la tendencia es crear o una
depresión traumática o una euforia. Hay personas que ante situaciones
comunes reaccionan con euforia, hay otras que se entregan totalmente;
son procesos relacionados con la motivación del individuo y en cualquier
situación de riesgo o de peligro, tanto la euforia como la depresión
traumática son negativas.
Lo que causa problemas en situaciones de riesgo o de peligro es
la temeridad o la entrega. Es curioso observar como, cuando las personas
están inconscientes del miedo, quieren huir de él y terminan haciendo
exactamente lo contrario de lo que deberían hacer.
Estas actitudes distan completamente del llamado “instinto de
supervivencia”, y eso no es por el miedo, sino porque las personas
quieren huir de él. El deseo que tenemos cuando sucede un fenómeno de
este tipo es que alguien nos pegue en la nuca y que no sintamos nada
más. En estas situaciones, las personas quieren huir y, por eso, acaban
haciendo tonterías. Por contra, las personas que asumen el miedo, pero
lo asumen conscientemente, terminan haciendo las cosas acertadas. La
mayor causa de accidentes y de muertes es el comportamiento que tenemos
ante el miedo, y no el miedo en sí.
EL TERCER PUNTO DE ESA RELACIÓN ES LA DEFINICIÓN DE QUÉ ES EL
MIEDO: el miedo-percepción + miedo-sensación son una inibición-bloqueo
de todas las funciones fisiológicas, o sea, cuando surge el miedo, para
los procesos de racionalización, para los procesos de motivación, los
procesos fisiológicos y nos quedamos sin condiciones para hacer nada por
un instante, ni pensar, ni sentir, ni actuar.
Ahora yo pregunto: si estamos caminando de noche por un camino
y, de repente, el camino termina abruptamente, existe un cortado de 50
metros y, sin saberlo, vamos llegando al precipicio y sentimos miedo,
¿qué hacemos? parar. El miedo paraliza, inhibe. Entonces lo primero que
vamos a hacer es detenernos antes de caer al precipicio. Ese es el
miedo, ni más ni menos. En principio eso es bueno, esa parada súbita es
buena porque en el fondo lo que está sucediendo es una señal de que hay
un riesgo y hasta que no sepamos que es eso, es mejor quedarnos quietos.
Desde ese punto de vista, el miedo es una fuerza que tiene como
objetivo evitar peligros de cualquier naturaleza y funciona como una
señal que interrumpe cualquier acción imprudente. En términos concretos y
objetivos, el miedo es eso y no tiene nada que ver con las reacciones
sucedidas ante él, que, en nuestro caso, por razones culturales, no son
naturales. NUESTRA CULTURA NO SOLO NO NOS PREPARÓ PARA ENFRENTAR EL
MIEDO, SINO QUE ADEMÁS NOS ENSEÑÓ A TENER MIEDO DE ÉL Y, POR ESO,
REACCIONAMOS MAL. En un proceso cultural diferente, nosotros
encararíamos el miedo de una forma diferente y tendríamos reacciones
naturales. Esas reacciones naturales trabajan a favor del instinto de
supervivencia, tanto del cuerpo como de la mente, como también de la
psique humana. Por ejemplo, si yo estoy apoyado en la pared y alguien
grita en mi cara, por miedo yo voy a dar con la cabeza contra la pared.
¿Fue el miedo el que generó eso o mi reacción antinatural? Cuando
alguien grita y yo hago eso, esa no fue una reacción natural; fue la
reacción antinatural, ¿por qué? Hay reacciones instantáneas que llamamos
de reflejos condicionados y consideramos que son naturales. Pero
fíjense bien que la palabra dice: reflejo condicionado, o sea, se fue
condicionado, no es natural.
Lo natural ante el miedo es tener nuestras reacciones
independientemente de nuestros prejuicios, es observar la situación
detenidamente para saber lo que está sucediendo, y no querer huir de
ella.
En las Artes Marciales, a medida que vamos entrenando a través
de los años, acabamos reaccionando de una forma lógica o natural, ante
situaciones de ataque. Si alguien grita cuando va a atacarnos, el grito
es como una señal de ataque. ¿Por qué ante el grito tendría yo que
llevar la cabeza hacia atrás? Quien sabe, quien ha entrenado Artes
Marciales, en lugar de ir hacia atrás, primero mira de donde está
viniendo el grito, que tipo de grito es, o que se puede prever en
relación a esa actitud y, una vez que sabe lo que está sucediendo,
actúa. Hacer eso es natural.
Y, normalmente, en Artes Marciales, quien practica desde hace
mucho tiempo, cuando llega personal nuevo, utiliza justamente esos
elementos para enseñar a esos principiantes lo equivocados que están.
Entonces, por ejemplo: el novato se prepara, el veterano ya
experimentado hace un movimiento y el novato queda todo asustado.
Finalmente conseguimos llevar a la persona a donde queremos, solo por
reflejos condicionados, podemos conducirla hasta dejarla sentada en un
rincón.
Eso no es natural, mas es una reacción prevista en nuestra
cultura. Los reflejos naturales y propios del cuerpo son completamente
diferentes, ellos no nos hacen huir ante las situaciones de riesgo,
ellos nos llevan a la adaptación. Veamos la diferencia entre el reflejo
condicionado y el reflejo descondicionado: el reflejo condicionado es:
si A aplica una fuerza X, B tiene que aplicar una fuerza Y. Cuando
rompemos ese reflejo, la situación cambia: A pasa a hacer más fuerza que
antes, pues B está relajado. Eso es el reflejo natural del cuerpo.
Nosotros estamos mal acostumbrados. Fuimos educados en una cultura que
no nos enseña a lidiar con el miedo, y sí, en cambio a temerlo, pero eso
tiene un objetivo. Por ejemplo, cuando el niño no quiere comer y la
madre dice: “si no comes, el “Coco” te va a llevar”. Cuando el niño
entra en ese condicionamiento, come incluso cualquier cosa, con tal de
que el Coco no se le aparezca. Y, ¿qué es eso? Eso es manipulación.
Entonces, el miedo es utilizado como elemento de manipulación para
subyugar, esclavizar y dominar a las personas. Pero no es porque el
miedo sea eso, y sí porque las personas exploran a las personas y vienen
utilizado el miedo como mecanismo para eso.
EL HECHO ES QUE NOSOTROS ACABAMOS TENIENDO “MIEDO DEL MIEDO” Y,
ENTONCES, PARA NO SENTIR MIEDO, PAGAMOS CUALQUIER PRECIO. ESE ES EL
PUNTO MAS COMPLEJO EN RELACIÓN AL MIEDO. DE ESTA FORMA, EL MIEDO NO ES
MALO, MALA ES LA REACCIÓN QUE GENERAMOS ANTE ÉL, PORQUE NO HEMOS SIDO
EDUCADOS DE FORMA CORRECTA PARA ENCARARLO.
http://maestroviejo.wordpress.com/2014/03/23/domi-como-trabajar-con-el-miedo/
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