Fue el gran subterfugio utilizado por los EEUU para iniciar la Segunda Guerra del Golfo y justificar la invasión norteamericana de Irak: las armas de destrucción masiva de Saddam Hussein.Aún tenemos fresco en la memoria la imagen del entonces secretario de Estado de EEUU, Colin Powell, vendiendo el argumento en la ONU.Posteriormente, cuando no fueron halladas, hubo personas que afirmaron tener pruebas secretas de que Saddam había enviado sus armas de destrucción masiva fuera del país.Y tal vez decían la verdad.Pero lo cierto es que hallar esas armas habría representado un fiasco para el gobierno de EEUU. Los inspectores muy probablemente habrían descubierto que esos contenedores de armas llevaban etiquetas americanas pegadas en ellos.Al fin y al cabo, fueron los EEUU quien le vendió esas armas a Saddam Hussein.La historia fue de esta manera:En 1975, los EE.UU. firmaron un tratado internacional que prohíbía la producción, uso y almacenamiento de armas biológicas. Lo mismo ocurrió con las armas químicas, en 1993. Otro tratado.Pura hipocresía.He aquí una cita del Washington Post, extraída de un artículo de 2013 titulado “Cuando los EE.UU. hicieron la vista gorda sobre las armas químicas”:“Las administraciones de Ronald Reagan y George HW Bush autorizaron la venta a Irak de numerosos artículos…incluyendo sustancias químicas tóxicas y virus biológicos letales, como el ántrax y la peste bubónica”
Entre 1985 y 1989, una empresa de EE.UU., American Type Culture Collection, envió a Iraq hasta 70 cargas con varios agentes de guerra biológica, incluyendo 21 cepas de ántrax.Entre 1984 y 1989, el CDC (Centro para el control de enfermedades) envió a Irak, al menos 80 agentes de guerra biológica diferentes, incluyendo el toxina botulímica, el virus del dengue, el antígeno del Nilo Occidental y el anticuerpo.Esta información sobre la American Type Culture Collection y el CDC proviene de un informe, llamado “Programa de armas biológicas de Irak”, elaborado por el Centro de Estudios de No Proliferación.Además, disponemos de un amplio artículo de William Blum de abril de 1998, llamado “Anthrax Report”.Blum cita un informe del Senado de 1994 que confirma que, en el período de tiempo entre 1985 y 1989, los envíos de ántrax y otros agentes de guerra biológica de Estados Unidos a Irak fueron autorizados por el Departamento de Comercio de EE.UU.Blum cita el informe del Senado:“Estos materiales biológicos no fueron atenuados o debilitados y eras susceptibles de ser reproducidos sin problemas. Luego se supo que estos microorganismos exportados por los Estados Unidos eran idénticas a los que los inspectores de las Naciones Unidas hallaron y retiraron del programa de armas biológicas de Irak “
Este informe del Senado de 1994 también indica que los EE.UU. exportó a Irak los agentes precursores necesarios para la guerra química, planos para construir instalaciones de producción de sustancias químicas y guerra biológica y equipos de llenado de productos químicos para ojivas de misiles. Las exportaciones continuaron hasta por lo menos el 28 noviembre de 1989.Blum enumera algunos otros agentes de guerra biológica de los EE.UU. enviados a Irak: Histoplasma capsulatum, Brucella melitensis, Clostridium perfringens, Clostridium tetani-E. coli, así como, diversos materiales genéticos, humanos y ADN bacteriano.Blum también señala que un informe del Pentágono de 1994 descartó cualquier conexión entre todos estos agentes de guerra biológica y la Enfermedad de la Guerra del Golfo. Pero el investigador que dirigió ese estudio, Joshua Lederberg, en realidad era un director de la empresa norteamericana que había suministrado el material de guerra biológica a Irak en 1980: la American Type Culture Collection.Newsday reveló que el CEO de la American Type Culture Collection fue miembro del Departamento de Comercio de EE.UU.. Casualmente, fue el Departamento de Comercio el que autorizó y aprobó todas esas exportaciones de agentes de guerra biológica llevados a cabo por la American Type Culture Collection.¿Quedan claros los vínculos?Las empresas que vendieron todos esos agentes de guerra biológica y química a Irak, con la aprobación del gobierno de EEUU, figuran en los registros de las audiencias del Senado de 1992.Se trata de empresas como:Mouse Master (Georgia), Sullaire Corp (Charlotte, North Carolina), Pure Aire (Charlotte, North Carolina), Posi Seal (Conn.), Union Carbide (Conn.), Evapco (Maryland), BDM Corp (Virginia), Spectra Physics (Calif.).
Y hay alrededor de una docena más.Hewlett Packard, en su momento, dijo que el destinatario de sus envíos, Saad 16, era un centro escolar de Irak. Pero en 1990, el Wall Street Journal dijo que en realidad Saad 16 era “un complejo fuertemente fortificado, destinado a la construcción de aviones, diseño de misiles, y, casi con toda seguridad, la investigación de armas nucleares”Ha habido un debate considerable sobre si Saddam ocultó algunas de sus armas bilógicas o químicas en Siria, para evitar a los inspectores de armas de la ONU.Si lo hizo, entonces es posible que la situación actual en Siria y las armas de destrucción masiva que se utilicen ahí, tengan mucho que ver con losEE.UU.El quid de la cuestiónSi se se piensa en todas estas armas de destrucción masiva enviadas desde los EE.UU. a Irak, es evidente que muchos funcionarios de Estados Unidos y empleados de empresas sabían de su existencia, en la década de 1980 y durante las 2 guerras del golfo, cuando los soldados estadounidenses fueron enviados a Irak y podría haber estado expuestos a armas biológicas y químicas.
Todos lo sabían. Pero nadie dijo nada.Los funcionarios del CDC y el Departamento de Comercio no dijeron nada. La gente de la American Type Culture Collection no dijeron nada. La gente del Pentágono, la CIA y la NSA no dijeron nada. Los Presidentes no dijeron nada. Los empleados de las empresas que suministran los gérmenes y las sustancias químicas no dijeron nada.Después hay mucha gente por ahí que no cree en conspiraciones.Si tantas personas dentro de los EEUU sabían que se habían producido esos suministros y ninguno de ellos abrió la boca en su momento, ¿como alguien con dos dedos de frente puede pensar que cualquier conspiración no puede ser ocultada convenientemente a la opinión pública?Está claro que el gobierno de EE.UU. envió esas armas a Irak, para apoyar al régimen de Saddam en su guerra contra Irán.Y recordemos que Iraq hizo uso de esas armas químicas contra Irán y contra los kurdos iraquíes.Tal vez usted recuerde que, mucho más tarde, el gobierno de EE.UU. repitió, una y otra vez la frase: “Saddam utilizó armas químicas contra los kurdos, su propio pueblo”¿Hay algún límite que el gobierno de EE.UU. no esté dispuesto a traspasar para fomentar la guerra?Evidentemente, esta es una pregunta retórica.Jon Rappoport
Fuente: http://elrobotpescador.com/2014/06/14/por-que-nadie-encontro-armas-de-destruccion-masiva-en-irak/
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