sábado, 23 de abril de 2016

Putin y Oriente Medio, dos años después

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Algunos recordaréis el artículo que publicamos hace poco más de dos años titulado “Los Motivos de Rusia”. Por aquel entonces los medios de comunicación occidentales no veían (y no ven) más allá de sus narices e insistían en advertir de la voluntad demoníaca de Putin de invadir toda Ucrania después de anexionarse Crimea. Ignoraban sesgadamente que el presidente electo ucraniano, Yanukóvich, había sido derrocado con un golpe de Estado bautizado como Euromaidán, Revolución de la plaza Maidán, Revolución de la Dignidad y demás eufemismos edulcorados.
El caso es que, al margen de que dicho golpe/revolución se ha traducido con el tiempo más bien en perjuicios que en beneficios a los ucranianos en su conjunto, la opinión pública occidental temía que la respuesta militar rusa sobre Crimea fuese sólo el principio de una invasión bélica paneuropea al más puro estilo secular. Os recomendamos su relectura antes de proseguir con nuestras reflexiones a día de hoy, 2 años después.
En el artículo citado al inicio ya advertíamos en Marzo de 2014 de las verdaderos intenciones de Putin, que no miraba hacia el oeste sino hacia el sur. Dos años después de escribirlo, con diversas sanciones occidentales aún vigentes contra intereses rusos, resulta interesante comprobar que así ha sido. Y también ver lo ocurrido en estos 25 meses tanto con el precio del petróleo como con el precio de la bolsa rusa. Así pues tenemos que desde mediados de Marzo 2014 ($106/barril) hasta hoy ($46/barril) el crudo se ha hundido más de un 56%, a pesar de la recuperación fulgurante de las últimas semanas desde que tocó fondo en 28 dólares el barril. Por otra parte la bolsa rusa en dólares (RTS Index) ha bajado sólo un 17% en el mismo periodo, y sigue estando a múltiplos de beneficios ridículos.
Las intenciones de Putin seguramente siguen pasando por la exacerbación del conflicto entre sunitas y chiítas. Pero los anhelados precios de $200 por barril son ya una quimera inalcanzable, dada la auto-regulación de oferta y demanda que supone el fracking norteamericano y la difícil reconciliación de la OPEC con el levantamiento de las sanciones a Irán. Pero un recrudecimiento del conflicto sunitas-chiítas más allá del cuadrilátero sirio, o sea en las propias carnes del territorio saudí e iraniano, podría elevar los precios muy por encima de lo que vaticinan muchos analistas.
A todo esto, el Daesh o Estado Islámico, se ha convertido en un actor principal en el teatro de operaciones de al-Ássad, al que no le faltan comparsas como Erdogan con su guerra nacionalista con el Kurdistán y desafío personal con el mismísimo Putin, o la variopinta oposición multi-étnica contraria al régimen sirio convenientemente alimentada por intereses norteamericanos (OTAN). Y a todo esto, ya se sabe: A río revuelto ganancia de yihadistas.
En definitiva, el análisis realizado hace más de dos años sigue siendo más que válido, pero con ajustes en los objetivos del precio del crudo, puesto que Arabia Saudí está jugando alchicken game a la desesperada con el hundimiento del crudo, ante el resurgir iraní y el pulso de Putin en Siria.
Por cierto, la bolsa rusa sigue siendo la más barata del planeta, y la devaluación del rublo ha reducido sustancialmente los efectos letales del desplome del petróleo sobre la economía rusa. Arabia Saudí amenaza con la venta masiva de Treasuries para equilibrar sus presupuestos, masacrados por su propia apuesta de hundir el crudo. Pero los EE.UU. no parecen dispuestos a aceptar dicho movimiento ya su vez amenazan con demandas masivas por los atentados del 11 de Septiembre de 2001, que arruinarían aún más la maltrecha economía saudí y el oasis de bienestar de un pueblo cada vez más crítico y potencialmente conflictivo. Estaremos muy atentos a la evolución de las sanciones sobre Rusia, el conflicto sirio y el rol de Putin en el nuevo orden geoestratégico que se está gestando en Oriente Medio. Recordad que crisis significa también oportunidad.

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