martes, 10 de marzo de 2015

La trama terrible de las bebidas cola


Tanto la Coca Cola como la Pepsi no son bebidas saludable. En verdad, deberiamos beber agua u alguna otra bebida sin cafeína. Pero aún así las consumimos porque o no sabemos o no queremos conocer el mal que le producen a la salud. Luego, la industria de las bebidas gaseosas es enorme, movilizan presupuestos multimillonarios y contratan grandes especialistas en el marketing y la publicidad para ir sobre un mercado global. Pero nada de eso tuerce la realidad: hacen daño.



A causa de la gigantesca inversion en publicidad y marketing de Coca-Cola y PepsiCo., llevamos varias generaciones inmersas en la idea de las gaseosa como parte de nuestras dietas cotidianas. Y seguirá siendo así hasta que el motor de estas empresas se lo permitan. El motor consiste en la suma de sus consumidores.

La diversificación es una prioridad para el universo Coca-Cola, imitando a Pepsi Co., consecuencia de todos los cuestionamientos que recibe desde el punto de vista de quienes priorizan la salud a la hora de comer o beber.

Por ejemplo, Coca-Cola inicia la distribución nacional en USA de la leche envasadaFairlife: los estadounidenses consumen menos gaseosas y hay que buscar alternativas cuando el público busca algún tipo de mejora en sus alimentos y bebidas, ya sea más fibra, antioxidantes o proteínas.

Fairlife, que desde 2912 Coca-Cola desarrolla en colaboración con la cooperativa lácteaSelect Milk Producers, pasa por un proceso de filtrado similar al que se somete a la leche desnatada o descremada. Se utilizan filtros para separar los componentes de la leche, se le añaden más de los componentes favorables y se le restan los menos favorables.

El resultado es un producto sin lactosa, con 50% más de proteína, 30% más de calcio y 50% menos de azúcar que la leche regular.

Pero, ¿por qué los estadounidenses consumen menos gaseosas? No es un capricho ni una moda. Juntos Bien ya relató el caso de los agricultores del estado de Chhattisgarh, en India, quienes utilizan Coca-Cola y Pepsi como pesticidas ya que es más barato y, aparentemente, cumple la misma función.

Ellos protegen sus plantaciones de arroz contra las pestes. De hecho el distrito Rajnandgaon (en Chhattisgarh) ya batió el récord mundial de la mayor producción de arroz sin uso de OGMs (Organismos Genéticamente Modificados). El especialista agrícola, Devendra Sharma, explica que, probablemente, al verter líquidos con azúcar en los cultivos, éstos atraen a las hormigas que a su vez se alimentan de la larva de los insectos.

A causa de la gigantesca inversion en publicidad y marketing de Coca-Cola y PepsiCo., llevamos varias generaciones inmersas en la idea de las gaseosa como parte de nuestras dietas cotidianas. Y seguirá siendo así hasta que el motor de estas empresas se lo permitan. El motor consiste en la suma de sus consumidores.

Es cierto que beber 1 vaso diario de una bebida cola o 1 vaso semanal no equivale a beber 1 botella de 600 ml o quizás 2 cada día, pero nunca hay que bajar la guardia en este tema, afirma un texto de gran circulación en días recientes, producido por la prensa alternativa True Activist (que, a su vez, recibe críticas diversas por su metodología de trabajo).

Pero algunos conceptos de True Activist son muy interesantes. La adictiva bebida es acusada de debilitar los huesos y los dientes, aumentar los niveles de diabetes y de obesidad, complicar problemas de circulacion y del corazon y causar problemas fisicos como psicologicos: asi como depresion, trastornos alimenticios y baja autoestima. Tambien favorece la aparicion de gastritis. Por supuesto que siempre habrá ‘profesionales de la salud’ que aceptarán, en un acuerdo económico-financiero, afirmar lo contrario…

Despues de 10 minutos, las 10 cucharadas de azucar contenidas en 1 vaso de gaseosa resultan un golpe devastador para el organismo. Sin embargo, después de beberla una persona no vomita inmediatamente debido a que el ácido fosfórico suprime el efecto del azúcar.

Despues de 20 minutos, se produce un aumento de los niveles de insulina en el torrente sanguíneo. El hígado transforma todo el azúcar en grasa.

Despues de 40 minutos, la ingestión de la cafeína ya se ha completado. Las pupilas se dilatan y la presión arterial aumenta ya que el hígado libera más azúcar a la corriente sanguínea. Los receptos de adenosina se bloquean, impidiendo así la somnolencia.

5 minutos más tarde, el cuerpo incrementa la produccion de dopamina, una hormona que estimula el centro de placer del cerebro y que tiene el mismo principio de funcionamiento que la heroina.

Despues de 60 minutos, el acido fosforico se une al calcio, al magnesio y al zinc en el tracto gastrointestinal, sobrealimentando asi el metabolismo. Aumenta la eliminacion de calcio a través de la orina.

Después de más de 1 hora se hace sentir el efecto diurético de la bebida. El organismo elimina calcio, magnesio y zinc, componentes de los huesos, así como el sodio. Es el momento de la persona de sentirse irritable. En este contexto, True Activist se pregunta si los consumidores son conscientes del ‘cóctel’ que están ingiriendo cuando beben una botella de Coca-Cola y disfrutan de su efecto refrescante.

El ingrediente activo de la Coca-Cola es el ácido ortofosfórico. Debido a su alta acidez, las cisternas en las que se transporta el concentrado tienen que ser resistentes a materiales altamente corrosivos.

En cuanto a uno de los productos más promocionados, la Coca-Cola Light (sin cafeína), contiene agua carbonatada, E150d, E952, E950, E951, E338, E330, E211 y aromas.

El agua carbonatada es agua con gas. Provoca secreción gástrica, incrementa la acidez del jugo gástrico y causa flatulencia. Además, no se utiliza agua mineral, sino agua convencional filtrada.

E150d: es un colorante alimenticio obtenido al procesar azúcar a determinadas temperaturas, con o sin adición de reactivos químicos. En el caso de la Coca-Cola, se le agrega sulfato de amonio.

E952: es ciclamato sódico, un sustituto del azúcar. El ciclamato es un producto químico sintético con un sabor 200 veces más dulce que el azúcar y que se utiliza como edulcorante artificial. En 1969 fue prohibido por la Administración de Alimentos y Medicamentos de USA. (FDA son sus siglas en inglés), ya que esta sustancia, igual que la sacarina y el aspartamo es muy cuestionada. En 1975 empezó a prohibirse también en Japón, Corea del Sur y Singapur. En 1979 la OMS (Organización Mundial de la Salud) volvió a permitir el uso de ciclamatos.

E950: es acesulfamo de potasio, un compuesto 200 veces más dulce que el azúcar que contiene éter de metilo y agrava el funcionamiento del sistema cardiovascular. Asimismo, contiene ácido aspártico, una sustancia que también puede excitar el sistema nervioso y con el tiempo puede crear adicción.

E951: es aspartamo, utilizado como sustituto del azúcar en productos para diabéticos. Es químicamente inestable, ya que a temperaturas elevadas se descompone en metanol y fenilalanina. El metanol es muy peligroso. Cuando los refrescos se calientan el aspartamo se transforma en formaldehído, otra sustancia que es mejor tenerla lejos..

E338: es ácido ortofosfórico. Se utiliza para la producción de sales de ácido fosfórico de amoníaco, sodio, calcio, aluminio y también en la síntesis orgánica para la producción de carbón vegetal y cintas de película, de materiales refractarios, cerámica, vidrio, fertilizantes, detergentes sintéticos, y en la industria médica, metalúrgica, textil y del petróleo.

E330: ácido cítrico. Está muy extendido en la naturaleza y se utiliza en la industria farmacéutica y en la alimentaria. Las sales de ácido cítrico (los citratos) se usan en la industria alimentaria y, en medicina, para conservar la sangre.

E211: es benzoato de sodio, utilizado como agente antiséptico y antifúngico en productos alimenticios como confituras, zumos y yogures de frutas. No se recomienda que lo consuman los asmáticos y las personas que son sensibles a la aspirina. Un estudio realizado por Peter Piper, de la británica Universidad de Sheffield, desveló que este compuesto causa un daño significativo al desactivar el ADN.

Los aromas son aditivos aromáticos desconocidos.

Acerca de los curiosos estándares de la industria alimentaria y de bebidas, cabe destacar la demanda judicial de Coca-Cola, DuPont, Kraft Foods, Monsanto y PepsiCo, en el marco de las entidades gremiales empresariales Grocery Manufacturers Association (Asociación de Fabricantes de Productos Alimenticios), la Snack Food Association (Asociación de Comercio Internacional de la Industria de Refrigerios), la International Dairy Foods Association (Asociación Internacional de Productos Lácteos) y la National Association of Manufacturers (Asociación Nacional de Productores), para anular la ley de etiquetado Non-GMO en el estado de Vermont.

Las pruebas realizadas por Consumer Reports revelaron que muchos alimentos procesados, podrían contener ingredientes genéticamente modificados.

El 92% de los estadounidenses opinan que alimentos de este tipo, deberían ser etiquetados como tales antes de venderse, según una encuesta representativa a nivel nacional realizada entre 1.004 personas consultadas por el Centro Nacional de Investigaciones de Consumer Reports.

Así nació el sello de “Verificado como no transgénico por la Non-GMO Project”.

Pero cuando Vermont aprobó una ley de etiquetado de GMO, y los estados Colorado y Oregon decidieron llevarlo a plebiscito (la medida fue rechazada en Colorado y fracasó en Oregon por 837 votos), la industria se puso en marcha. No obstante, no hay modificado los alimentos y bebidas. Sólo se oponen al etiquetado…

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