viernes, 4 de julio de 2014

VOLUNTAD

Quiero comenzar este artículo con un agradecimiento, pues de ahora en más los que cruzaron las columnas ya no son neófitos sino iniciados en las artes de la existencia, y como todo iniciado, debemos primeramente agradecer lo que se nos ha dado para poder seguir recibiendo cada vez más. Agradezco por ello a todos los que se atrevieron a cruzar el umbral, agradezco a todos los que persistieron en el camino pese a todas las tormentas y energías en contra, agradezco a todos aquellos que pese a las lenguas fáciles y perversas de los que no se atrevieron, no cayeron en la tentación sucumbiendo al rechazo y la apatía, agradezco por la responsabilidad que asumieron consigo mismo y con los demás, agradezco a los que tomaron la coherencia en pensamiento, palabra y acto como estandarte, y lograron escribir con la tinta imborrable del espíritu su propio destino sobre el papel de su existencia, y sobre todas las cosas agradezco su voluntad de seguir las señales que su Ser fue dejando, como migajas de pan en el camino, para que su espíritu las siguiera hasta llegar a encontrarse con ustedes mismos. Por eso les digo Gracias, y uso esta palabra como debe usarse, con la humildad y alegría de aquel que recibió lo que su espíritu necesitaba.

Por tal motivo hoy comenzaremos con los temas del espíritu, aquellos que solo son comprendidos luego de cruzar las columnas que soportan su existencia, porque el único que puede comprender lo que se encuentra del otro lado de esas columnas es el espíritu que ahora representa al Ser que tomó el mando de la nave. Serán los iniciados los que de ahora en más, fabriquen nuevas columnas que soportarán a otros que vienen detrás y ésto se debe hacer desde la total consciencia, pues si los materiales son malos y el diseño es incorrecto, pueden quebrarse y aplastar al neófito antes de llegar. El primer tema que trataremos en esta nueva etapa del iniciado, será la Voluntad, pues es el impulsor de la consciencia. La palabra voluntad proviene del latín voluntas, voluntātis del verbo volo = “poder”, y del sufijo tas, tatis = “dad o idad” en castellano, y significa literalmente “poderidad” o poder supremo. Consiste en la capacidad de los seres humanos de hacer cosas de manera intencionada. Según la real academia española la voluntad es:
1. f. Facultad de decidir y ordenar la propia conducta.
2. f. Acto con que la potencia volitiva admite o rehúye una cosa, queriéndola, o aborreciéndola y repugnándola.

3. f. Libre albedrío o libre determinación.

4. f. Elección de algo sin precepto o impulso externo que a ello obligue.
5. f. Intención, ánimo o resolución de hacer algo.
6. f. Amor, cariño, afición, benevolencia o afecto.
7. f. Gana o deseo de hacer algo.
8. f. Disposición, precepto o mandato de alguien.
9. f. Elección hecha por el propio dictamen o gusto, sin atención a otro respeto o reparo. Propia voluntad
10. f. Consentimiento, asentimiento, aquiescencia.
11. f. U. como fórmula para pedir un precio o un donativo cuyo importe queda a discreción del prestatario. LA voluntad
12. f. coloq. propina (‖ gratificación). LA voluntad 
Su uso es tan amplio y con tantas interpretaciones diferentes que la palabra se pierde en su propio significado. Ahora veremos su verdadero poder y sentido oculto, para que su uso sea el correcto dentro del abanico de posiblilidades que lo encubren. 

En “los creadores” dije: “La primera voluntad del “Do” fue la luz, porque sin ella no habría creación, no se podría propagar la octava. Esta octava descendente (Do-si-la-sol-fa-mi-re-do) fue el primer sonido emitido por el “Do” en la materia, el verbo, la voz de Dios, a partir de ahí todo aconteció por plan divino, como una figura de piezas de dominó, por la cual al caer la primera, todas las demás caen en forma sucesiva hasta terminar la figura.” 

Como observarán en esta frase, la primera fuerza que utilizó el Do en su proyección fue la voluntad, y es ésta voluntad la que logra revertir la esfera de consciencia del Do sin dejar de ser el Do, pues contrariamente a lo sucedido con nuestra esfera de consciencia, que fue revertida por el deseo, la voluntad no fascina a las miradas, sino que enfoca las necesarias a un punto y deja las demás puestas en el origen de la voluntad, el espíritu del centro de la esfera. Esta energía de la voluntad concentrada en un objetivo determinado, es afianzada por otra energía que casi siempre acompaña a las voluntades, ésta energía que potencia la principal, es la energía de la necesidad. La voluntad junto con la necesidad, forma un paquete energético que logra milagros si no es corrompido por el deseo. Nada se logra o consigue sin la voluntad, pues ésta energía de carga (++) sumada a la energía de la necesidad (--) da como resultado la “sumatoria divina” la creación o proyección. 

Cuando el deseo entra en la ecuación de la voluntad, el balance se corrompe por las cargas del deseo (+++) que son superiores a las de la voluntad, y ésta se transforma en otra energía, perdiendo toda sumatoria divina para transmutar en destrucción o absorción de la octava creadora, terminando o desviando a esta. Explicando esto de manera sencilla es, que la voluntad impulsa al Ser para que se manifieste de la forma que le corresponda, y el deseo retrae al Ser para que se manifieste el ego en la forma que le corresponda, por consiguiente la herramienta mas eficaz del ego es el deseo disfrazado de voluntad, y la herramienta mas poderosa del Ser es la voluntad respaldada por la necesidad del espíritu para manifestar el Ser. 
Llegado a cierto punto donde la voluntad se transforma también en la energía del choque consciente en una octava, el ego se pone en alerta para interceptar esa voluntad manifestada y “boicotear” todo lo logrado, disfrazando el deseo del ego con la voluntad del Ser, y el choque es efectuado no con la energía de la voluntad, sino con la energía del deseo, y la octava se contamina con todos los desechos del mismo ego, como la envidia, la competitividad, el poder, el protagonismo, la superioridad, la ira, el odio, la apatía, etc, etc, etc. No hay que confundir la voluntad con el sacrificio, el esfuerzo o el deseo pues éstos últimos no son compatibles con la voluntad, y los veremos quizás en otros artículos. La voluntad siempre tiene que ser un acto consciente y propio, nadie puede entregarnos o vendernos voluntad, no se puede hacer la voluntad de otros, sean ángeles o demonios, en cambio el sacrificio, el esfuerzo o el deseo, pueden ser actos inconscientes, y también podemos hacerlos por otros, o entregarlos, comprarlos o venderlos. 

La voluntad a parte de todo lo descrito, tiene una función extra que es mas física y tangible, que es la de activar funciones de la glándula pineal, cuya energía producida y proyectada por ésta, de cada pensamiento, palabra y obra, es utilizada por las octavas como materia prima para formar la realidad subjetiva y particular, que nuestra mente individual proyecta en frecuencias de (Hz) formando holocuánticamente la realidad. Entonces si ejercemos la voluntad, se ejercita también la Pineal y nuestras proyecciones individuales serán mucho mas efectivas a la hora de reflejarse en ésta realidad. La energía de la voluntad tiene que ser procesada indefectiblemente por el centro intelectual superior, si ésta la procesa el intelectual inferior, será si o si contaminada con el deseo, y podrán pasar dos cosas, o se transforma en lo antes descrito, o se detiene con la apatía del ego de ejercer la voluntad, y la octava se detiene. Toda verdadera voluntad trae un daño colateral para el ego, pues si se encuentra limpia de deseo, la voluntad concluye con la satisfacción del espíritu por el trabajo bien hecho al cubrir las necesidades propias y ajenas, y la desconformidad del ego por no conseguir su deseo.

Creo que por ahora es suficiente para que los nuevos iniciados trabajen en ideas y conceptos sobre la voluntad y su propia voluntad, aquella que tantas veces falta para llegar a que la intención inicial y el propósito final, se cumplan y lleguen a la meta propuesta.



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