domingo, 29 de noviembre de 2015

Pobres por siempre…

¿Qué es la pobreza?
Podríamos decir que la pobreza es la falta de capacidad para adquirir el conjunto de bienes básicos que permitan una vida saludable (pobreza primaria); o que solamente se pueda adquirir este conjunto y no haya excedente (pobreza secundaria).
El asunto es saber cuál es ese "conjunto de bienes básicos". Este conjunto depende, entre otras cosas, de la época en la que estemos y del nivel de desarrollo que haya alcanzado la sociedad.
¿Eran pobres los Reyes de los castillos que no tenían refrigerador? ¿Los Faraones que no tenían aviones? ¿Los Zares o los Emperadores que no tenían medicinas con las que curar algunas de sus dolencias? Nadie pensaría que eran pobres, a pesar de no tener cosas que hoy consideramos básicas.
La Humanidad fue siempre pobre. En realidad, fue muy pobre. En la Historia, las hambrunas eran generalizadas y frecuentes, las muertes de jóvenes y neonatos por enfermedades y hambre eran brutales; incluso en las clases altas.
¿Qué ocurrió?¿Por qué disminuyó y disminuye lenta, pero constantemente la pobreza atroz?
Aquí podríamos intentar explicaciones de muchos tipos. Pero en mi opinión, la principal ha sido el desarrollo de "herramientas" más eficientes de trabajo que han multiplicado la capacidad de producción humana por miles o millones.
La palabra "herramientas" la estoy usando en un sentido amplio y en ella incluyo, además de las herramientas o maquinarias propiamente dichas, procedimientos técnicos, descubrimiento de cura de enfermedades, fuentes de energía, etc.
¿Qué hacer?
Una forma honesta de mejorar la situación económica de las personas y las sociedades se basa, en mi opinión, en tres puntos fundamentales:
En primer lugar, el trabajo duro que permite producir.
En segundo lugar, el ahorro. Que consiste en consumir hoy menos de lo que se produce, es decir, sacrificar parte del consumo presente.
En tercer lugar, la administración e inversión adecuada de ese ahorro.
Las sociedades o los países con muchos ahorros pueden pagar gente que no produzca alimentos o vestido, que se dedique a investigar y oriente su investigación hacia la construcción o adquisición de "herramientas" que aumenten la producción y ayuden a cubrir cada vez mejor las necesidades humanas.
Ese ahorro de las sociedades o los países, viene del ahorro – es decir, del sacrificio- de cada uno de los individuos que conforman esa sociedad o país.
Una sociedad que desestimule el ahorro, que consuma todo lo que produce o más; está destinada a permanecer en la pobreza.
Ahorrar no solo es una cuestión de cultura. También es una cuestión de "ambiente económico". Es una cuestión de incentivos.
¿Para qué voy a privarme de gastar parte de mis ingresos, si con esa parte de la que me privo, mañana no podré hacer sino una pequeña fracción de lo que hago hoy?
¿Para qué voy a comprar hoy en mi empresa una gran cantidad de productos o materia prima para fabricar o para ofrecer, si tengo que venderlos de acuerdo al precio que los compré y con lo que obtengo de esa venta no puedo volver a comprar los mismos productos en cantidad y calidad? En ese caso, los productos de menor rotación no se producirán o no estarán a la venta. Solamente se conseguirán los de alta rotación, en los cuales la diferencia de precio entre cada adquisición es menor. Estos últimos los tendremos solo por un tiempo, pues su producción puede depender de los de baja rotación.
Esto perjudica gravemente el aparato económico. Así, no se producirán o importarán ciertos repuestos, porque tienen poca demanda y deben ser vendidos de acuerdo al precio de producción en el pasado, que es una fracción del precio que costaría hacer o traer ese repuesto hoy.
Una moneda que cumpla con las características básicas de ser un medio de intercambio, unidad de cuenta y CONSERVACIÓN DEL VALOR sería imprescindible como incentivo para el ahorro en esa moneda.
Sin ello no podemos pretender que nadie ahorre y como país, seguiremos siendo pobres por siempre…

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