Jia Haixia y Jia Wenqui son dos hombres discapacitados de 53 años de edad.Haixia es ciego y a Jia le amputaron ambos brazos. A pesar de sus discapacidades, forman un gran equipo que es capaz de marcar diferencias. Han trabajado juntos durante 10 años y han sido capaces de plantar 10.000 arboles en una zona rural de Hebei en China. Merecen ser llamados eco-guerrilleros por su increible esfuerzo en tan tremenda hazaña.
Hace 10 años estos hombres decidieron formar equipo y comenzaron trabajar juntos. Esto ocurrió despues de que no consiguieran encontrar trabajo debido a su incapacidad física.
Felizmente, consiguieron unir sus esfuerzos de una manera productiva: «el es mis manos y yo soy sus ojos», comenta Haixia. El uno con la ayuda del otro han conseguido transformar una parcela de tres hectareas de la rivera de un rio a pesar del duro trabajo que supone plantar árboles.
Wenqui perdió sus dos brazos cuando tenia solo 3 años. Haixia nació con problemas de visión; unas cataratas congénitas en su ojo izquierdo se lo dejaron ciego, mientras que un desgraciado accidente de trabajo le hizo perder la visión del derecho. Sus discapacidades les impidieron encontrar trabajos estables. Así, en el 2002 estos eco-guerrilleros, alquilaron al gobierno una gran parcela al lado del rio en un esfuerzo plantando árboles para las generaciones venideras. Ademas, eso contribuiría a evitar inundaciones de su pueblo. Esperando una modesta remuneración, dedicaron sus dias a esa labor. Ambos salen de sus casas alas 7 de la mañana con un martillo y una barra de hierro pero para poder hacer su trabajo, primero deben superar un rio. Para conseguirlo, wenqui debe cargar a su amigo ciego cada vez.
El método de trabajo es realmente interesante. Como no tienen dinero para comprar árboles jóvenes, tienen que conseguir esquejes pero eso no es tarea fácil. Han ideado una manera única y eficaz para optimizar su trabajo. Haixa se sube a los arboles encima de los hombros de su compañero que le guia mientras arranca las ramas. Despues de bajarse, hace un agujero en el suelo y planta la rama en la tierra y Wenqui despues se encarga de regarla. Asi han conseguido repoblar el terreno con miles de árboles que han atraido un número significativo de pájaros.
«Aunque no hayamos conseguido demasiado, reconocemos nuestro esfuerzo» dice Haixia y Wenqui añade; «estamos orgullosos de nosotros mismos. El fruto de nuestro trabajo nos sabe dulce y aunque estamos comiendo con cuchillos sin filo, encontramos paz en nuestros corazones.
Traducido Por
Sea Typhon
Fuente: http://worldtruth.tv/
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