Tal como la pelea de Pacquiao y Mayweather, el salario mínimo resultó una frustración para el régimen, quien creyó seria aplaudido con toda suntuosidad, por cuanto representaría la felicidad en pérdida del poder adquisitivo. Hoy comienzan resultados donde presentamos como lo más peligroso de nuestro combate diario…
La inflación, la cual se disparó tres veces en los dos últimos años con el salario mínimo, cuando en comparación de hace dos años atrás era superior. Este el octavo aumento de Maduro que no protege el estipendio, ahora tendremos aumento de 1779 mensual y 58 diarios ante desvalorización de tres dígitos y en tres meses, se viene abajo en ese ritmo de incompetencia donde las empresas productoras desaparecen en manos de un estado irresponsable.
En esa inteligencia superior que nos tienen acostumbrados los analistas económicos que mantienen el sistema ambivalente de socialismo y capitalismo en lo ideológico, no recordaron la regla de la proporción geométrica y aritmética, que consiste que mientras esta última crece en orden lógico de menos a más, la otra se despega como trampolín al espacio y trae como resultado que vuelva aumentar el doble es algo así como si tienes hoy una cantidad y esta se aumenta en proporción geométrica, a la larga serias rico por que crece al doble en la medida que se aplica.
Si hoy tuvieras un bolívar, mañana tendrías dos, pasado mañana cuatro, al cuarto día ocho, al quinto 16 y así sucesivamente. En nuestro caso es la inflación, porque crece cada vez que se aplica el salario mínimo que sería el aumento sucesivo proporcional nunca alcanzado.
Todo ello conduce a otra regla sin ser economista, pero si como periodista lógico, se remite al campo de mercadotecnia con base a oferta cantidad ofrecida en el mercado, antes la demanda, que la es compra. Y traerá como consecuencia una mengua…en la ecuación… Menos producción, mayor demanda = inflación.
Pero, aun mas para explicar esta realidad en forma sociológica en nuestro país, la canasta básica costaba 35.124 bolívares de acuerdo con el centro de documentación de la FVM en marzo del 2015 y para cuando en el mismo mes del año pasado era de 9.986 o lo que es lo mismo subió en más del 150 por ciento en un año y de ahora en adelante la separación entre salario y canasta, será superior. Entretanto la canasta alimentaria es ahora de 20 mil bolívares.
Hay más datos, según la investigadora de la UCAB, Genny Zúñiga, la población económicamente activa está ocupada en un 40 por ciento y gana un salario mínimo. Más datos revelarían que el salario mínimo ofrece una distorsión a la economía, por cuanto en la medida que sube los profesionales disminuyen su sueldo y se hace necesario contra la inflación y estabilizar los precios esta realidad aumentar la misma y llegaremos a niveles insospechados de incertidumbre. Un profesional universitario con el cargo de instructor, está por debajo de esa cantidad, al igual que los docentes de secundaria.
Desde hoy el aumento del 30 por ciento se aplicara a todos les sectores privados y serán pagados por el consumidor que a la larga es quien paga los platos rotos. A título de ejemplo observen estas menudencias con el aumento diario de 59 bolívares solo alcanza para café en panadería, tres panes de canilla y cinco pasajes en rutas urbanas, empero no alcanza para un cafecito, una lata de atún y hasta un refresco de lata. Una arepa rellena que cuesta mínimo 150 y un kilo de cebolla que ronda en 80 y hasta una rosa que se encuentra en 100, adiós romanticismo
En el sector público, donde el principal empleador del país es el Estado ya tiene un déficit fiscal de aproximadamente 19% del P.I.B. lo cual significa que imprimirán más papel moneda, para superar el impacto sin soporte alguno, lo cual pasaríamos a la estanflación entendida esta como una coyuntura económica en la que se da una inflación simultánea al estancamiento de la economía. En esta situación, la inflación no para de crecer y la economía de derrumbarse, y se trata de uno de los escenarios económicos más difíciles de manejar para los gobiernos. Las causas de estanflación son básicamente dos. La primera es la recesión de la economía (cuando el PBI cae durante dos trimestres consecutivos). La segunda es el acompañamiento de esta contracción de la economía por un alza de precios, lo cual presenta una paradoja en la que todas las posibles soluciones pueden perjudicar las cosas.
Imposible dejar de mencionar, otro factor que es la incompetencia del estado que expropio miles de empresas productivas, para convertirlas en chatarra y en donde las importaciones se reducen por la falta de dólares.
Por otra parte, si se calcula en dólares, ese jornal, en consciencia tendríamos un salario mínimo de 37 dólares en julio. Solo queda esperar que Dios, baje a Miraflores y pida el milagro de la multiplicación de los panes y vino y también desaparecer los analistas que piensan en función geométrica, como el cuento del rey que otorgo el privilegio de conceder un pago en oro multiplicado por cada escalón por un favor y creyendo saldría mejor, olvido esta regla.
En lo práctico seria así, al primero uno, al segundo dos y al tercero tres, cuatro al cuarto y así sucesivamente se imaginan esa cantidad al llegar a 100 es decir una proporción geométrica contra un salario en proporción aritmética… Entenderán el mensaje, solo queda pedir que renuncien a su incompetencia. ¿Qué ocurrirá para el mes de septiembre?
Aristóteles Soto|@dedoenlallaga1
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