En una columna para el London Telegraph, el gestor de fondos Jim Leaviss aboga por el fascismo económico como un medio para que las autoridades puedan responder mejor a las crisis financieras, implementando una “sociedad sin dinero en efectivo”.
“Obligar a todos los habitantes a usar solamente medios electrónicos a través de una cuenta abierta en un banco administrado por el gobierno, daría a las autoridades mucho mejores herramientas para hacer frente a las recesiones y los auges económicos”
Leaviss sugiere que el dinero de los ciudadanos sea “vigilado, o incluso directamente controlado por el gobierno”, con las autoridades trabajando para “animarnos a gastar más cuando la economía se desacelere, o a gastar menos cuando la economía se acelere demasiado”
Leaviss aboga por implantar un “impuesto a las transacciones” que penalizaría a la gente por gastar su propio dinero.
Bajo este sistema, los bancos comerciales dejarían de tomar dinero de los depositantes y en su lugar confiarían en los bancos centrales para que les suministraran todos sus fondos. El mercado negro, con ello, dejaría de existir.
“Si se abolieran los billetes y las monedas y la única manera de tener dinero fuera a través de un banco controlado por el gobierno, entonces no habría escapatoria”, escribe Leaviss.
La columna de opinión escrita por Leaviss se hace eco de los sentimientos de Willem Buiter del Citigroup, que recientemente abogó por la abolición del dinero en efectivo por completo con el fin de “resolver el problema de las tasas de interés negativas de los bancos centrales del mundo”.
Tras las críticas que ha despertado su propuesta draconiana, Leaviss bloqueó su cuenta de Twitter y eliminó las fotos que mostraban su rostro.
Es obvio que leaviss ha sido usado para lanzar un globo sonda a la opinión pública, revelando los planes futuros de las élites económicas.
Como vemos, la guerra contra el dinero en efectivo se está intensificando, a medida que el establishment busca nuevas formas de erosionar el último bastión del anonimato y la independencia financiera.
El mes pasado, los clientes de JPMorgan Chase recibieron cartas informándoles de que su banco ya no permitirá almacenar dinero en efectivo en sus cajas de seguridad. El banco también instituyó una nueva política que, “restringe a los prestatarios de usar dinero en efectivo para hacer los pagos de tarjetas de crédito, hipotecas, líneas de crédito y préstamos para automóviles”
Depositar y retirar moderadamente grandes cantidades de dinero también está siendo tratado como una actividad sospechosa por parte de cada vez más bancos en más países.
HSBC está interrogando a sus titulares de cuentas en el Reino Unido sobre la forma en que ganan y gastan su dinero y en Francia, el ministro de Finanzas, Michel Sapin, elogió la introducción de medidas que restringirán que los ciudadanos franceses realicen pagos en efectivo de más de 1.000 euros.
Cada vez más cerca de la dictadura global…
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