La última carta de Bill Gross, ahora como responsable de renta fija en Janus Capital, tiene tintes verdaderamente dramáticos, aunque con la experiencia que acumula Bill Gross a lo largo de toda su carrera creo que siempre vale la pena escucharlo. Es dejamos la traducción apresurada de su carta:
Después de haber doblado la esquina de mis 70 años de edad , al igual que el autor Julian Barnes, tengo un sentimiento de que esto está llegando a su fin. La muerte me asusta y provoca lo que Barnes llama gran malestar, pero para mí no es la muerte sino el saber que uno se está muriendo lo que realmente me incomoda. Después de todo, cada uno de nosotros se desvanecen en la inconsciencia cada noche, ¿no? ¿Dónde estaba yo entre las 21 horas y las 5 de la madrugado anoche? En ninguna parte, que yo recuerde, con la excepción de mis sueños infrecuentes. ¿Dónde estaba yo en los siguientes 13 mil millones de años después del Big Bang? No puedo recordar, pero supongo que estaba en el mismo lugar en el que estaré después de que me haya ido, volviendo así de donde vine, desconocido, no recordado, inconsciente después de miles de millones de eones futuros. Voy a extrañar no saber de ti ni del tortuoso camino que sigue la humanidad, ni saber como va a acabar todo. Voy a extrañar ese sentido de un final, pero no saber esto me parece más una inquietud, que un gran malestar. Lo que más temo es le proceso de morirme, - esos "Martes con mi viejo profesor" que para Morrie se hicieron insoportables en nuestro moderno mundo de la medicina y la vida extendida; el sufrimiento que lo acompañó y que acompañará a la mayoría de nosotros lo largo de esa trayectoria planeando por una pendiente negativa llena de cáncer, accidentes cerebrovasculares y cirugías asociadas que hacen la vida menos soportable que hace un día, un mes, o una década antes. Pasar los 70 años de edad es algo a lo que todos debemos aspirar pero a la vez debemos temer. A los 70 años, los padres de uno han muerto hace mucho tiempo, y empiezan a caer hermanos, mejores amigos, incluso personas famosas contemporáneas y héroes deportivos, unos hechos que sirven como recordatorio de que cualquier día podemos ser el próximo. A 70 años de edad, uno lee las esquelas con conciencia de sí mismo en lugar de como un simple elemento de interés. Algunos señalan que esta intensidad elevada hace el momento más precioso y ahí está el reto: que así sea; que sea preciosa; poder saborear lo que has hecho - tu familia,tu carrera, devolviendo lo que has ido acumulando. Sin embargo, la "responsabilidad" por lo que has realizado en tu vida va creciendo de forma más pesada a medida que envejecemos y el malestar que aflora es menos reparador cada año que pasa. Un cierto sentido de final ha sido mencionado con frecuencia en los últimos meses aplicándose a los mercados de activos y al gran mercado alcista que se inició en 1981. En aquél entonces la rentabilidad de los bonos del Tesoro estaban en el 14,50% y el Dow en 900 puntos. Se multiplicó por 20x, a 20 "banger", tal y como solía denominar Peter Lynch aquella acción que lograba multiplicar por 20 veces su precio. Lo mismo para el mercado de bonos, que durante 30 años ha ofrecido rentabilidades extraordinarias a los inversores creando una riqueza financiera nunca vista antes. Todos aquellos inversores que estuvieron completamente invertidos hoy tienen 20 veces más dinero que cuando empezaron a invertir. Pero también cómo muy bien expresó Julian Barnes con la vida de los individuos, su metáfora parece poder aplicarse a los mercados financieros: "Acumulación, responsabilidad, malestar y después un gran malestar" Muchos grandes gestores de inversión prominentes llevan tiempo advirtiendo y haciendo sonar las alarmas, algunos, cómo yo mismo, tal vez un poco demasiado pronto, cómo fue mi caso en los escritos que titulé "El hombre en el espejo", "Crédito Supernova" y otros. Pero ahora, tanto los gestores que han sido tradicionalmente bajistas como los que han sido tradicionalmente alcistas están empezando a contemplar un fin de ciclo. Stanley Druckenmiller, George Soros, Ray Dalio, Jeremy Grantham, entre otros, están advirtiendo a los inversionistas que nuestro super ciclo alcista de inversión que ya dura 35 años puede estar empezando a agotarse. No necesariamente están abogando por una liquidación total de activos, pero sí hablan de que nos espera un futuro de bajas rentabilidades y con unas probabilidades de cola cada vez más elevadas de tener fuertes correcciones. Para ellos, (como para mi) el mercado alcista actual no tiene 35 años, sino el doble de edad en términos humanos. Seguro que ellos y otros gurús están investigando y buscando documentación que les ayude a predecir el futuro financiero, viendo el equivalente a las necrológicas. Saboread este mercado alcista, parecen estar diciendo al unísono. Nosotros no lo volveremos a ver nunca jamás, por delante sólo nos quedará un sensación de malestar y bajas rentabilidades, puede que incluso dolor si acaba estallando una burbuja. Por otro lado, nuestros políticos no dejan de hablarnos de la posibilidad de que las cosas se normalicen, crecimientos e inflación del 2% en los países desarrollados, una normalización que no será amigable con el mercado de bonos, pero que sería buena para el mercado de trabajo, los beneficios empresariales y la renta variable. Esta nueva era de normalidad, su "nueva normalidad", depende en gran medida de una falta enorme de sentido común ya que implica que una crisis de deuda puede ser curada con más y más deuda. Es cómo intentar querer cocinar más rápido unas costillas en una barbacoa cuando ya tienes el carbón al rojo vivo echando más líquido inflamable. Mi experiencia me dice que este intento de querer cocinar las costillas de forma más rápida suele acabar en desastre y con las costillas chamuscadas. Algo similar sucederá con la actual política monetaria, su QE y ahora sus tipos de interés negativos que están inflando burbujas en todos los mercados. Pero de momento la economía global sigue su proceso de apalancamiento en lugar de reducir deuda, el camino a la verdadera vuelta a la normalidad parece estar bloqueado. Elementos estructurales, como el envejecimiento demográfico, altos niveles de deuda y el desplazamiento tecnológico en el mercado de trabajo, son fenómenos que parece que parecen haber impedido el crecimiento económico en los últimos 5 años y continuarán haciéndolo. Incluso las tres economías más fuertes y desarrolladas del mundo, EEUU, Alemanía, y el Reino Unido, han experimentado crecimientos reales no superiores al 2% desde la crisis de Lehman. Si billones de dólares de combustible monetario no han funcionado en estas 3 economías y en Japón en los últimos 5 años ¿Porque deberíamos esperar que ahora en el caso de Draghi y el BCE el resultado será diferente? Debido a un crecimiento estancado , a unas tasas de interés en cero, y nuestra dificultad para escapar de una crisis de la deuda, este sentido de que estamos llegando al final no podría ser más claro para los mercados de activos. ¿Dónde puede ir el rendimiento negativo en el mercado de bonos de la zona euro una vez que llegue a -25 puntos básicos? ¿A -50? Tal vez, pero llegará un momento, en el que sentido común haga que los ahorradores ya no estén dispuestos a intercambiar euros en efectivo para los bonos . ¿Qué debemos llamarlos ahora a los bonos que dan rendimientos negativos? Recordemos que los precios de los activos financieros están inextricablemente vinculados a los rendimientos globales (toman de base la rentabilidad de los bonos) que descuenten los flujos de caja futuros, y que estamos llegando a un pico en el precios de los activos. Es cómo si llegamos al Everest, el riesgo de quedarnos sin oxígeno es alto pero poca escalada adicional nos queda por hacer. Mírenlo de esta manera: si 3 billones de dólares en bonos de la zona euro dan hoy rentabilidades negativas, y la rentabilidad negativa de estos bonos se utilizan como base para descontar el flujos de ingresos futuros, entonces cuánto más alto puede el PER de Eurolandia, Japón, Reino Unido o EE.UU. ir? Una vez que un inversor haya descontado todos los flujos de caja futuros a un 0% nominal y/o tal vez (-2%) real, la única manera de subir más alto es encontrar un Everest aún por descubrir que sería que el crecimiento de las ganancias futuras se acelere por encima de los patrones históricos. Lo mejor que puedes hacer es bajarte de esta escalada. Recordad que el oxígeno basado en crédito se está acabando. ¿Cuándo nuestro sistema financiero catódico basado en el crédito se pulverizará? Cuando los activos en los que podamos invertir representen demasiado riesgo por lo que nos puedan ofrecer. Es decir, cuando los bonos, y acciones empiecen a ser cambiados figurativa o incluso literalmente por guardar el dinero debajo el colchón. Nos estamos acercando a ese punto ya que los rendimientos de los bonos, los diferenciales de crédito y el precios de las acciones están descontando una riqueza financiera del futuro hasta llegar al punto de agotamiento. Un inversor racional de hecho debe tener sentido de que estamos llegando a un final, no tiene que venir marcado por otro accidente tipo Lehman, sino simplemente por el fin del entusiasmo por mercado alcista perpetuo.
Fuente: http://www.gurusblog.com
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