Somos forjadores de nuestro destino y podemos tener todo aquello que necesitamos y queremos en nuestra vida, pero el ser humano ha sido sumergido en un océano de miedos que inhiben nuestra capacidad natural de obrar milagros hundiéndonos en más problemas y obteniendo como premio aquello que tememos, y es que el miedo al miedo ha sido impuesto en nuestra mente pues pensamos en el futuro, en lo negativo del futuro y vemos lo malo cuando es hora de que veamos lo bueno y las posibilidades de salir del atolladero. Creo que este mensaje aplica para todos, pues nos quieren tener sumidos en una crisis perenne con un miedo a perder lo poco que nos dan o que nosotros logramos arrancarle.
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