Venezuela es hoy un país intervenido y arrasado por su ejército y policías “nacionales” dirigido en un pasado reciente por un caudillo disfrazado de “revolucionario socialista”.
Ya apropiada totalmente la Renta Petrolera por el capital financiero, la siguiente etapa es sencillamente apoderarse de los yacimientos mineros
Venezuela es hoy un país intervenido y arrasado por su ejército y policías “nacionales” dirigido en un pasado reciente por un caudillo disfrazado de “revolucionario socialista”.
Ya apropiada totalmente la Renta Petrolera por el capital financiero, la siguiente etapa es sencillamente apoderarse de los yacimientos mineros
Pablo Hernández Parra / Soberania.org
La creación de la CAMIMPEG, la decisión del TSJ declarando oficialmente a la Asamblea Nacionalcomo el Nuevo Circo Nacional, el asalto ruso a PDVSA, el retorno de Gold Reserve y de 138 compañías mineras para el nuevo festín de Guayana llamado eufemísticamente Motor Minero, entre otras desgracias y tragedias, se han añadido al creciente vía crucis que vive a diario la sociedad venezolana. El anunciado saqueo de las selvas de Guayana han encendido las alarmas en algunos sectores sociales del país. Esperamos que estas preocupaciones marquen el inicio de nuevas luchas y manifestaciones en la calle contra la dictadura y arbitrariedades del gobierno de Cabello-Maduro-Padrino López. Este intento por llevar a la calle, la información, el debate y sobre todo las luchas, para dar a conocer todo este desastre que significa la puesta en marcha del Motor Minero, aspiramos conduzca a impedir que este plan se lleve adelante y sea el paso inicial para revertir esta crisis humanitaria que se extiende por el país a la misma velocidad con que crece diariamente la inflación.Se consolida el Estado militar-políciaco-delictivo
Este plan de verdadera catástrofe nacional, unido al petrolero en marcha que incluye un millón de kilómetros cuadrados[1], marca el inicio de una nueva era de colonización, remachando los 100 años de explotación petrolera y poniendo al descubierto, una vez más, la alianza y el apoyo irrestricto del CAPITAL PETROLERO-MINERO Y FINANCIERO INTERNACIONAL a la dictadura del partido militar, con sus payasos políticos sentados sobre las bayonetas. La creación de CAMIMPEG y el regreso de Gold Reserve a las Mina Las Cristinas, es la carta bajo la manga del gobierno, la banca y capital que lo apoya, en la consolidación del Estado fallido, delictivo, militar y policíaco en Venezuela. El enigma del6D se debela con absoluta claridad: el capital y su partido militar necesitaban –¡¡por ahora!!- de nuevos payasos que compartieran y representaran junto con las focas oficiales la ópera bufa de la democracia y el “debate parlamentario”.
El papel de CAMIMPEG de intermediaria, que monopolizara prácticamente todos los negocios y proyectos del Estado venezolano, expresa la alianza del capital internacional con sus testaferros y cómplices en el ejército, la política y bandas policiales y delictivas que controlan y dominan amplias zonas del país, especialmente en su región central.
En este caso, ante el final de la renta petrolera y que ni con un petróleo a 100$/b sacará al país de la crisis, se le pretende sustituir por una renta más destructiva: la renta minera. Pero en esta ocasión resulta que no hay tal renta,Gold Reserve vienen a cobrar viejas deudas[2]. Por su parte, Rosneft y las petroleras se están aprovechando del remate a precio de gallina flaca de PDVSA, a través del cual Eulogio del Pino aspira a raspar la olla y seguir los pasos de sus maestros Ali Rodríguez Araque–Rafael Ramírez. Como vemos, el capital no viene a traer sino a cobrar, otorgar nuevos préstamos atados y, una vez más desde la llegada de los europeos hace 500 años, llevarse todo lo que puedan. Pero hay más detrás de este regreso de Gold Reserve.
Primero, CAMIMPEG y El Motor Minero en marcha no son más que la concreción del IIRSA en Venezuela, luego de su quiebra, privatización e hipoteca como país petrolero. Ya apropiada totalmente la Renta Petrolera por el capital financiero, la siguiente etapa es sencillamente apoderarse de los yacimientos mineros[3]. Precisamente todos estos gobernantes de “izquierda y progresista” desde el año 2000 han impulsado la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA), que es precisamente el plan minero-petrolero extractivista de destrucción masiva de las selvas suramericanas y la apropiación de sus recursos, genéticos, acuáticos y agropecuarios[4].
Segundo, estos yacimientos son entregados como pago de una deuda, exactamente como en el 2006 fue entregado el yacimiento petrolero a través de Empresas Mixtas, donde al capital petrolero se le reconoció la propiedad de una parte del yacimiento como parte del lucro cesante por los contratos de servicios que a partir del 2012 finalizaban su vigencia. Se repiten una vez más los negocios de soborno y estafa entre el capital internacional y las burocracias venezolanas. En este sentido, Hugo Chávez, Ali Rodríguez Araque y Rafael Ramírez superaron ampliamente al gobierno de CAP[5].
Y tercero, el regreso Gold Reserve demuestra todo el cuento que se esconde detrás del doble discurso de la“multipolaridad” y del “poder” de los rusos y chinos en América Latina. Resulta que esas minas habían sido entregadas a los rusos y con los chinos se firmó un contrato de certificación de los yacimientos mineros[6], pero esta decisión en favor de Gold Reserve es demostrativa de la hegemonía del capital anglo-sajón. Aquí vale la pena parafrasear el verso de Carlos Puebla: “Y llego el comandante Gold Reserve y mandó a parar… y los chinos y rusos han quedado como la guayabera”.
El antecedente histórico internacional
La experiencia del uso del poder y recursos del Estado[7] en beneficio exclusivo de la burguesía y patronos, en la era del imperialismo, es un camino que se ha aplicado desde que Bismarck lo empleara con éxito para el desarrollo del capitalismo a raíz de la unificación de Alemania en 1871.
En la revolución democrático burguesa rusa de octubre de 1917 este camino “hacia el capitalismo en países atrasados” se convirtió en la URSS en el llamado “socialismo en un solo país”, que “exitosamente” condujo a laURSS, y luego a China, pero también a otros países como la India, a desarrollar el capitalismo y forjar una burguesía “nacional” a partir del Estado.
Desde la I Guerra Mundial el naciente capital financiero anglo-sajón, apoyado en esta experiencia alemana, dio el primer gran paso en la creación de una verdadera economía y mercado mundial bajo el dominio de los monopolios y no de la libre competencia[8], para lo cual requería forjar el dominio planetario de la banca por encima de las fronteras y limpiar todo el planeta de los restos feudales y atrasados que existían tanto en el mal llamado Tercer Mundo como en buena parte de Europa. A partir de allí la historia mundial ha sido la expansión del capitalismo logrando implantar su sistema económico-social como único y dominante, colocando a su disposición los inmensos recursos energéticos, minerales y sobre todo mano de obra barata.
El final de este ciclo de expansión bajo la hegemonía del capital financiero lo podemos ubicar entre los inicio de la llamada Globalización (1970) y el final de la Guerra Fría (1989-91) Este periodo de “fascismos, nazismos, revoluciones socialistas, guerras de liberación nacional, de independencias otorgadas por los imperios, de dictaduras y transiciones democráticas” en todo el mundo cerraron este ciclo de expansión, abriendo paso a la construcción delNuevo Orden Mundial, hoy pregonado abiertamente, y en marcha, incluyendo la necesidad de un gobierno mundial[9].
El Nuevo Orden Mundial, planteado por el capital y esbozado desde la década de los 60-70’ del siglo pasado, es en resumida la reorganización mundial de la economía en función del mercado realmente existente, que según las estimaciones de los organismos del capital no supera los 2.500 MM de personas[10], por lo que para ello se plantea dos grandes objetivos:
Primero, garantizar el acceso incondicional a las fuentes de energía, recursos minerales, agua, biodiversidad, etc., para el consumo y desarrollo de ese mercado[11] y en función de la acumulación de capital, objetivo supremo de este sistema y, segundo, reducir la población mundial en una verdadera política neo-maltusiana, la cual divulgan abiertamente y llevan adelante con singular saña y criminalidad en todas las formas posibles. Un ejemplo lo tenemos, en Ted Turner, fundador de la CNN: “Una población total mundial de entre 250 y 300 millones de personas, con una disminución del 95% desde los niveles actuales, sería lo ideal”[12].
Dentro de la política de Globalización, la necesidad de suprimir las llamadas soberanías nacionales[13] y su sustitución por estados fallidos, delictivos, forajidos, manejados por élites financieras, tecnócrata, militares o simplemente delincuentes[14], se convirtió en uno de los medios principales para lograr en el control de los recursos del Hemisferio Sur. Ha sido tal el éxito de esa estrategia que hoy el 70% de los estados del mundo son fallidos o en camino de serlo, incluyendo -claro está- Venezuela[15].
En ese sentido, la diferencia entre aquellas experiencias “exitosas” del capitalismo de Estado triunfante del siglo XX, especialmente en Rusia y China, con el actual “modelo cubano” o el que ahora se impone en Venezuela, radicaba en que en los primeros había la necesidad de desarrollar el capitalismo en esas regiones para abrir esos territorios y mercado al capital, a sus bienes y tener acceso a sus materias primas y fuentes de energía, barriendo los restos feudales[16]; mientras que dentro de la Globalización, una característica fundamental en la constitución de estos estados fallidos, radica en el uso generalizado de la violencia y guerras para su implementación abierta o soterrada y el más amplio desarrollo de la industria del crimen[17]. En la actual situación histórica internacional, de construcción del Nuevo Orden Mundial, el uso de la violencia y cercenamiento de derechos y libertades democráticas[18] va implícita en la política y misión de las burocracias o élites gobernantes de los estados fallidos.
Y esta característica es común tanto en Cuba y su burocracia como en el modelo de los militares “revolucionarios” de Venezuela y, en ambos casos, se trata de vulgares enemigos de paja del “Imperio”[19]. Por lo tanto, el papel de estas burocracias en nuestra época y en estos países no es tanto “desarrollar el capitalismo” en el país, sino garantizar el pago riguroso y puntual de la deuda, el suministro confiable del petróleo y, su verdadera misión, constituirse en mayordomos, guardias, custodias y protectores del yacimiento minero-petrolero llamado Venezuela del único enemigo que tiene el capital: la población trabajadora y asalariada del país[20].
Chávez, el verdadero padre de CAMIMPEG, del Motor Minero y del desastre nacional
La creación de CAMIMPEG[21] no es nada casual. Esta compañía estaba contenida en la esencia de la Reforma Estadoimpuesta por Chávez y el partido militar desde el 2007. En efecto, la esencia de dicha reforma la explicamos en aquel entonces:
“…el gobierno[22] e incluso su presidente[23] podrá hacer: Con los recursos naturales de la nación, con cualquier otro bien del dominio de la nación de carácter estratégico, con los servicios públicos vitales, con otros bienes de la nación o de prestación de servicios públicos, EMPRESAS MIXTAS principalmente con el capital privado, entregárselas en concesiones por un tiempo determinado así como su eventual transferencia a sectores de economía de propiedad social, colectiva o mixta”[24].
CAMIMPEG, como “compañía anónima”, será la intermediaria en los negocios con el capital internacional, entre otras de sus atribuciones[25], así como una nueva máquina para el lavado y blanqueo de dinero, tal como queda claramente establecido en el artículo 7 de sus estatutos[26].
El papel del ejército, como siempre, someter a la población y cobrar por su accionar
Venezuela es hoy un país intervenido y arrasado por su ejército y policías “nacionales” dirigido en un pasado reciente por un caudillo disfrazado de “revolucionario socialista”. El resultado de 17 años de este accionar “populista y sanguinario”[27] no deja lugar a dudas sobre los verdaderos beneficiarios del crimen: la banca, empresas mineras y petroleras internacionales. Crimen llevado adelante bajo el manoseado doble discurso de la “multipolaridad, la soberanía, la patria y el antimperialismo”.
El retroceso al siglo XIX ocurrido en Venezuela, en pleno siglo XXI, por donde se le analice, es un experimento socio-político único en el mundo: la quiebra estrepitosa de un país petrolero, endeudado, hipotecado a lo largo de 16 años, sumido en una verdadera crisis humanitaria, con una población con dinero en el bolsillo y sin poder comprar los bienes alimenticios, del hogar, medicina, insumos médicos o repuestos, bien por escasez o, sencillamente, por la diaria hiperinflación.
Luego de más 25 planes de seguridad y de una supuesta lucha contra la delincuencia, estas políticas de impunidad, violencia y arbitrariedad han conducido precisamente a que la delincuencia política, militar, policial y común se conviertan en el verdadero poder con el control del territorio y sometimiento de una población aterrorizada. Y en esa inmensa banda delictiva se incluye, claro está, a la llamada oposición: cómplice por omisión y acción de todo este asalto y saqueo.
El país ha sido arrasado en beneficio del capital internacional y lo increíble es que la sociedad venezolana ha pagado por ello a la banda gobernante encargada de la misión. Pero este tributo al capital no se queda en el interior del país. A lo largo de 17 años el trabajo de millones de venezolanos, en especial del trabajador petrolero, ha financiado a través de la “chequera de Chávez que camina por América Latina” la transición en Cuba, el mantenimiento de burocracias gubernamentales formadas por chulos, violadores de niñas, “señoras de no muy buena reputación”, dirigentes indígenas que recuerdan a Malinche, exguerrilleros entregados al capital y que como una sola banda han llevado a América Latina ya no a una década perdida, sino al inicio de una nueva era de destrucción, tinieblas y oscuridad si no reflexionamos desde el fondo del barranco donde nos encontramos y comenzamos a dar marcha atrás a todo este despojo.
El capitalismo hoy no tiene ante si enemigos serios o de clase que pongan en peligro su sistema. Las guerras existentes y las amenazas de una III Guerra Mundial son la continuidad de la Guerra Sin Fin como medio para imponer la globalización y el Nuevo Orden Mundial. Esta guerra y política adoptan las más diversas formas y escenarios pero, fundamentalmente, se llevan adelante en todas las regiones donde se concentran las fuentes energéticas, los minerales fundamentales, la biodiversidad y el agua, entre otros recursos.
La guerra que se lleva adelante en todo el mundo no es una guerra entre países, gobiernos o religiones, es una guerra del capital contra el trabajo, de los bancos contra la humanidad, por la reorganización de la economía mundial, la relocalización de sus fábricas, destruyendo el ambiente, disminuyendo población para adecuar la producción mundial de bienes y servicios a esa nueva realidad que se llama el mercado mundial.
El “Nuevo Mapa” del Pentágono
La esencia de la situación para la mayoría de la humanidad trabajadora y asalariada se resume en una frase: “O ellos o nosotros”. Al capitalismo le sobra gente que no tiene ingresos, ni trabajo, no produce plusvalía, no compra y por ello no produce ganancias, generando solo gastos… por lo tanto para el capital los pobres deben ser suprimidos.
A la humanidad trabajadora pensante y sufriente les sobra el capitalismo y todos sus parásitos de arriba y abajo que viven del trabajo ajeno. Hoy, con el esfuerzo y el trabajo, se producen bienes y servicios suficientes para satisfacer las necesidades de no menos 12.000 millones de personas.
En Venezuela hoy tenemos energía, tierras, minerales, agua, biodiversidad suficientes para alimentar, vestir y cobijar a varias veces los 30 millones de habitantes del país, sin necesidad alguna de arrasar con su ambiente. Cien años de explotación petrolera, de propiedad privada, de dictadores militares, de caudillos políticos y de partidos al servicio del capital y los patronos, han concluido con la mayor crisis y tragedia en toda nuestra historia.
100 años de capitalismo y 500 años de propiedad privada y de dominio de un amo extranjero, es un tiempo suficiente para aprender que ese camino, esas promesas, esos “planes de la patria”, esos dobles discursos, solo nos han conducido a este callejón sin salida. No se trata de endeudarnos de nuevo para salir de la crisis y el atraso porque quienes nos prestan viven de nuestra miseria y pobreza. En el exterior como fruto del robo y saqueo de la IV y V república, de “demócratas y revolucionarios, de izquierda y derecha”, hay no menos de 450.000 millones de dólares, suficientes para pagar la deuda y reconstruir al país.
No se trata de pelear en el ring de la constitución del capital, con el árbitro de la Cosa Nostra Electoral (CNE) y con los militares de árbitros supremos. Las elecciones son el velorio de la democracia y las urnas electorales son precisamente eso, urnas donde se deposita el cadáver de la democracia.
“Los problemas constitucionales no son, primariamente, problemas de derecho sino de poder; la verdadera Constitución de un país sólo reside en los factores reales y efectivos de poder que en ese país rigen; y las Constituciones escritas no tienen valor ni son duraderas más cuando dan expresión fiel a los factores de poder imperantes en la realidad social”[28]
El problema no es refundar o reformar al Estado, porque el Estado es el problema. Como pregonaba Wilhelm Reich: “El amor, el trabajo y el conocimiento son la fuente de la vida, también deberían gobernarla”. Hay que reflexionar seriamente en la necesidad para todos los hombres y mujeres que aman, trabajan y conocen, en la urgente necesidad de organizar la fuerza, buscar los medios y vías y trazar con claridad el programa que haga realidad el dominio de las fuentes de la vida.
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Referencias:
[1] Las exploraciones y explotaciones incluyen la Plataforma marina continental.
[2] Chávez entre 2007 y 2012 desató una ola de expropiaciones y nacionalizaciones cuyo legado estamos pagando hoy: somos el segundo país del mundo con más demandas internacionales de arbitraje de inversión en su historia (38 en total y, además, ocupamos el primer lugar entre 159 naciones como el Estado con mayor número de procesos abiertos ante un tribunal arbitral).Ver:
[3] En la década de 1970, cuando se definen los objetivos generales de lo que luego se llamará globalización, la Comisión Trilateral y el Council of Foreign Relations (Consejo de Relaciones Exteriores) señalaban que “el gran conjunto soviético, donde se afirma la concentración de fuertes unidades de producción, que aunque todavía nacionales, operan con fundamentos y capacidad de acción multinacional” y en consecuencia definían que “El eje esencial de los conflictos ya no se sitúa entre el mundo occidental y el mundo comunista, sino entre los países desarrollados y los que aún no lo están” (Brezinski, Kyoto, 1975). En otras palabras, el norte requería de las fuentes de energía, minerales estratégicos, aguas, biodiversidad que se encontraban en el sur.
[4] Con la creación de UNASUR, la IIRSA se transformó en COSIPLAN siendo el exguerrillero Ali Rodríguez uno de sus secretarios generales que alcanzó fama con su famoso discurso en defensa del extractivismo y la depredación de las selvas de Suramérica. Vease: QUÉ ES EL IIRSA? La destrucción de la naturaleza, programada por la economía depredadora.
Ver:
Y Ali Rodríguez y el discurso extractivista:
[5] En 1975 con la nacionalización chucuta, el Estado venezolano pagó como nuevas las instalaciones petroleras que 7 años después pasaban a manos del Estado, sin pagar un solo dólar. Con toda razón el presidente de la Standard Oil (Exxon) declaró que la nacionalización en Venezuela había sido el mejor negocio en los 100 años de la empresa.
[6] Ver:
- http://china.aiddata.org/resources/30903
- http://www.minci.gob.ve/2013/09/venezuela-y-china-reafirman-alianza-estrategica-con-28-acuerdos/
- http://grupolipo.blogspot.com/2013/03/la-academia-de-ciencias-de-venezuela-se.html
[7] No se debe olvidar que “El Gobierno moderno no es sino un Comité administrativo de los negocios de la clase burguesa”, por lo tanto independientemente del rey, partido, caudillo o burocracia que esté al frente de él, su misión y función no se altera: facilitar el desarrollo del capital, de la propiedad y las ganancias. El keynesianismo, dominante como política del capital luego de la primera guerra mundial, es una expresión de este capitalismo de Estado al cual apela el capital, para reorganizar su economía especialmente luego de las crisis o para cambiar a partir del gobierno, las condiciones de desarrollo del capital y los negocios.
[8] Recuérdese que la consecuencia más importante de esta guerra, fue la liquidación simultánea de cuatro imperios como fueron el Otomano, ruso, Astro-Húngaro y alemán. Ya en 1904 el geógrafo inglés John Mackinder en su conferencia “El pivote geográfico de la historia” expuso la estrategia del imperialismo inglés y en general del capital anglo-sajón, conocida luego como Teoría del Heartland.
[9] En cierto sentido la construcción de este Nuevo Orden Mundial, bajo la hegemonía de capital financiero liderado por los grandes bancos, viene a confirmar la conclusión teórica de Hilferding, de una nueva etapa en el desarrollo de los monopolios y bancos y su unión a escala mundial. Lenin, en el prólogo al libro sobre el Imperialismo de Bujarin, reconoce teóricamente esa posibilidad: “solo que antes de llegar a la creación de un trust único mundial, antes de la fusión ‘superimperialista’ universal de los capitales, el imperialismo deberá fatalmente quebrantarse y el capitalismo se transformará en su contrario”. 100 años después el trust mundial es una realidad, mientras que el agonizante capitalismo goza de muy buena salud.
[10] A principios del siglo XXI se estimaba que el mercado, conformado por la población del mundo, con una capacidad de compra de 25$, per cápita, ascendía a 1.728 Millones de personas, de las cuales el 70 % de las mismas se concentraba en Estados Unidos, Europa Occidental, Japón, China, India, Rusia, Brasil. Los neo maltusianos consideran que la población máxima para un mundo sostenible no debe sobrepasar los 2500 millones de personas, algunos inclusos llegan al extremo de considerar que esa cifra no debe pasar de los 500 millones. Es posible que Herodes sea resucitado y nombrado ministro de eugenesia mundial
[11] Este objetivo es el que subyace en los análisis neo maltusianos del Club de Roma y el mito de la superpoblación.
[12] Ver:
- http://elrobotpescador.com/2014/09/25/las-elites-de-este-planeta-quieren-que-te-mueras-21-citas-que-lo-demuestran/
- http://armagedon-noticiero.blogspot.com/2012/02/realmente-tienen-pensado-los-senores.html
- http://actualidad.rt.com/actualidad/view/141435-elites-considerar-humanos-plaga-tierra
- https://es.wikipedia.org/wiki/Neomalthusianismo
- https://es.wikipedia.org/wiki/Malthusianismo
[13] 1975. “De lo que se trata es de sustituir la autodeterminación nacional que se ha practicado durante siglos en el pasado por la soberanía de una élite de técnicos y financieros mundiales”. David Rockefeller
1975. “Uno de los mayores obstáculos para el progreso de la humanidad es el concepto de soberanía”, Aurelio Peccei, Comisión Trilateral.
- “En el próximo siglo, las naciones, tal como las conocemos, quedarán obsoletas; todos los estados reconocerán una autoridad única y global. La soberanía nacional no era tan buena idea después de todo”, Strobe Talbot, Secretario de Estado Adjunto del Presidente Clinton.
1999 “Algo debe reemplazar a los gobiernos y el poder privado me parece la entidad adecuada para hacerlo”, David Rockefeller.
- “El concepto de soberanía nacional ha sido inmutable, por cierto principio sagrado de las relaciones internacionales. Es un principio que cederá sólo lentamente y con renuencia a los nuevos imperativos de la cooperación ambiental global”, Comisión de las Naciones Unidas para el Gobierno Global.
[14] Para muestra un botón:
[15] Manteniendo sus entelequias, tales como la ilusión democrática, el cuento de las elecciones libres, la idea de patria nacional, el mito de la soberanía popular y resto de la mitología política, según las particularidades y situación concreta de cada país. Naomi Klein, en su libro La Doctrina Shock, ha demostrado las diversas formas de gobierno a que ha recurrido el capital financiero, desde la sangrienta dictadura de Pinochet, para implantar lo que la autora llama el capitalismo del desastre. Su error es creer que el gobierno de Chávez era una lucha contra la globalización, cuando era precisamente una parte de la misma política..
[16] Por ello, tal como se demuestra hoy, el capital anglo-sajón jamás dejó de apoyar tanto a la revolución rusa como al nazismo alemán, aun en medio de la famosa lucha entre el “capitalismo y comunismo” y en medio de la II Guerra Mundial. Las investigaciones de ANTONY SUTTON, entre otras sobre el financiamiento de los banqueros anglo-sajones a Rusia y Alemania, son demostrativas de la claridad del capital en el logro de su objetivo de expansión mundial. ver:
[17] Industria que no solo incluye corrupción, narcotráfico, lavado y blanqueo de dinero, sino también, paramilitarismo, bandas criminales, privatización de zona y cárceles para su administración, secuestros, prostitución, contrabando, tráfico de personas, pornografía incluyendo la industria del espectáculo y el deporte, verdaderas máquinas de lavado.
[18] La constitución de Estado policiales, luego del golpe de estado de New York, en septiembre del 2001, se ha convertido en una característica dominante en EEUU y otros países, además de que aún subsiste en Rusia y China.
[19] Bajo este gobierno, esta experiencia en la creación de Estados Fallidos se enriquece con la estrecha alianza del partido militar-policial, con los restos del lumpen de Izquierda y derecha de la politiquería venezolana y sobre todo con las bandas criminales aliadas. La expresión más grotesca de esta alianza como política del gobierno la representa la señora Iris Varela, reina de las cárceles.
[20] La experiencia sobre este papel del aparato armado del Estado, es visible en las minas de carbón de Perijá, Guayana, en las empresas básicas, en PDVSA, ahora esta labor de “custodia y vigilancia” se ha “privatizado” entregándole Zonas de Paz como “concesión” a mafias y bandas sindicales que han proliferado a lo largo y ancho de las principales barrios e industrias del país.
[21] Esta política minera fue diseñada bajo la dirección de Chavez y expuesta públicamente en agosto del 2011. Vease: EL PLAN DE ACCION ESTRATEGICO DE LA FAJA PETROLIFERA Y EL ARCO MINERO DEL ORINOCO.
Video: Gobierno impulsa plan estratégico conjunto Faja del Orinoco y Arco Minero:
Sobre el acuerdo con China para la exploración minera de Guayana:
[22] Léanse: los Artículo 112: De los derechos económicos, Artículo 115: Del derecho de propiedad. Y Artículo 113: Sobre los monopolios de la Reforma Constitucional. Ver:
[23] Ver Artículo 236: De las atribuciones del Presidente o Presidenta de la República.
[24] Del Foro “La Reforma por Dentro “Difundidos en aquel momento cuando se trató de imponer la Reforma Constitucional. Ver:
[25] Según el Artículo 3º. La COMPAÑÍA ANÓNIMA MILITAR DE INDUSTRIAS MINERAS, PETROLÍFERAS Y DE GAS (CAMIMPEG), tendrá por objeto social… con todos los recursos del país, CAMIMPEG hará lo que le de las ganas, con quien quiera y en las condiciones que le convenga a su junta directiva, así se resume el verdadero objeto de la compañía, agregamos nosotros.
[26] Artículo 7°. La COMPAÑÍA ANÓNIMA MILITAR DE INDUSTRIAS MINERAS, PETROLÍFERAS Y DE GAS (CAMIMPEG), percibirá los aportes financieros correspondientes para su funcionamiento, además de los ingresos propios generados por sus actividades y de donaciones de personas jurídicas de carácter público y privado, o de cualquier liberalidad de las previstas en el ordenamiento jurídico. Subrayados y resaltados nuestros.
[27] 270.000 homicidios, más de un millón de heridos por arma de fuego, 100.000 pacientes esperando ser operados en los hospitales, el regreso del hambre y la desnutrición, la muerte anunciada para millares de venezolanos victimas del cáncer, enfermedades cardíacas, riñón, SIDA, por falta de medicina o de insumos médicos, aumento de la mortalidad infantil, regreso de viejas epidemias y la aparición de nuevas con su carga de muertes y lesionados, son cifras demostrativas del maltusianismo en ascenso y que el gobierno sencillamente niega adulterando cifras o sencillamente no proporcionándola. Que en 16 años, Venezuela sea en cifras relativas y absolutas, uno de los primeros países en mortalidad y morbilidad, son también hechos del ”socialismo militar bolivariano”
[28] F. Lasalle. Qué es una Constitución.
Pablo Hernández Parra | Profesor de la Universidad Yacambú, Barquisimeto, Edo. Lara, Venezuela.
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