miércoles, 11 de noviembre de 2015

Militares, verdaderos hijos de… Chávez

Pablo Hernández Parra / Soberania.org
Quebrar un país petrolero con 100 años de explotación y con las mayores reservas de hidrocarburos del Hemisferio Occidental, es toda una “hazaña militar”.

El asalto y saqueo del tesoro público ha sido un rasgo común a todo el militarismo venezolano desde la instauración de la república en 1830 hasta hoy [2]. En cualquiera de sus formas históricas, tanto en el viejo tipo de las montoneras armadas de los terratenientes feudales, como el moderno, de los militares “revolucionarios y socialistas” del actual ejército venezolano, fundado en 1910 por Juan Vicente Gómez“amarrar los caballos en Miraflores” ha sido el primer paso del elemento militar para repartirse el botín público, fin último y verdadero de todas las “revoluciones y asonadas” de la cual está llena nuestra historia.
En la versión oficial del actual gobierno sobre nuestro reciente pasado como sociedad, se ha hecho lo posible e imposible para presentar a las actuales fuerzas armadas como un “Ejército de Vencedores“, supuestos continuadores de la “epopeya” patriota de la guerra de independencia y, claro, ellos como los nuevos próceres de la “segunda independencia”. Autocalificados como hijos de Bolívar, a pesar de que su verdadero “Padre fundador” es el mismísimoBenemérito[3], sin olvidar que la educación, entrenamiento y formación del “Ejército de Vencedores“ desde sus orígenes hasta hoy ha estado bajo la influencia y guía de misiones y de instructores militares extranjeros de Chile, Francia y EEUU, en especial de la tristemente célebre Escuela de la Américas[4].
Históricamente y luego de más de un siglo de actuación como ejército “profesional, obediente y no deliberante”, el balance de esta fuerza militar organizada no deja lugar a ninguna duda sobre los intereses de clase a quienes ha servido y ante los cuales ha estado a disposición. Ha sido el soporte fundamental del Estado Venezolano y del capital privado nacional e internacional (especialmente petrolero), y en consecuencia no se le conoce en estos cien años de existencia una sola acción, combate o batalla en defensa de los intereses, reivindicaciones o derechos de las mayorías del país, especialmente su población trabajadora. Y no puede esperarse otra misión y función de un ejército dentro de una sociedad dividida en clases[5].
Qué en determinadas épocas este militarismo haya jugado un papel en la modernización del Estado y en consecuencia este accionar haya repercutido en la sociedad venezolana, no se debe a la obra del “gendarme necesario” o del“comandante galáctico” en su versión moderna, y mucho menos a la “necesidad de un cuerpo armado que garantice la seguridad, la paz y la defensa de los derechos democráticos” de las mayorías de la sociales[6]. Las obras y transformaciones ocurridas en Venezuela, especialmente en los primeros 58 años del siglo pasado bajo el mandato de gobiernos militares, les fueron impuestas a éstos por las condiciones materiales históricas concretas que el ascenso del capitalismo como modo de producción dominante exigía en Venezuela. El inicio de la explotación del petróleo en el país significó no solo el nacimiento de nuevas clases sociales, este capitalismo, también requería de vías de comunicación y transporte, clase obrera, profesionales y clases medias, un ejército permanente, mercado interno, moneda común, mejoramiento de las condiciones de salud, educación y vivienda para los sectores productivos, etc. En definitiva, la construcción del Estado moderno con un ejército permanente y su ingrediente de populismo bonapartista tiene una larga historia en América Latina y en el mundo[7].
El verdadero legado y la “misión” de Chávez
En 1989 a raíz del Caracazo y la consecuente quiebra de los viejos partidos socialdemócratas, el único partido organizado, disciplinado y compacto que le quedaba al sistema para coronar la Reforma al Estado iniciada en la década de los 70’-80’ del siglo pasado, era ejército[8]. Por lo tanto, quienes aún pretendan analizar al gobierno militar deChávez y guarden esperanzas en un nuevo mesías militar o político, y sobre todo en unas fulanas “reservas morales, patrióticas y nacionalistas” en el ejército venezolano, es seguro que nuevamente saldrán con las tablas en la cabeza. Un ejemplo de estas ilusiones, a menudo difundidas entre los diversos sectores de la población -especialmente en épocas de crisis-, lo podemos observar desde la llamada “izquierda” donde aún hay sectores que plantean como medio para la transformación del país la construcción de una “… fuerza, un movimiento cívico-militar-religioso, de contenido nacionalista, popular y patriótico que defienda la soberanía de la República venezolana y los derechos de su población”[9].
Por su parte, desde la llamada “derecha” la ilusión no solo es compartida como lo expresa Rocío San Miguel, especialista en el tema militar: “Siempre he tenido esperanza de las posibilidades del ser humano y sus reservas morales…. No me cabe la menor duda que hay efectivos militares que están dispuestos a hacer cumplir la Constitución y que apuestan al retorno del carril constitucional”[10]sino que la Sra. San Miguel la convierte en fundamento de su análisis sobre el tema, cuando nos suelta esta perla:
“La Fuerza Armada es un reflejo de la sociedad, no se puede negar que hay elementos polarizados extremos. No me cabe la menor duda de que las tres terceras partes de la Fuerza Armada son institucionales, porque ella tiene un ADN democrático. La Fuerza Armada está formada mayoritariamente por tres décadas: los 80, 90 y de 2000 en adelante. Son tres décadas donde se formaron militares con valores profundamente democráticos”[11].
Hoy no se puede analizar la realidad mundial y en consecuencia la situación de Venezuela si se olvida o subestima que desde hace mucho tiempo los Poderes de los llamados Estados nacionales han sido sustituidos por el poder privado de la banca mundial y las grandes compañías transnacionales. Desde que la burguesía ha establecido su sistema y orden dominante, y tiene en sus manos el Poder del Estado, ha instaurado su principio fundamental: El intercambio de mercancía y el estricto pago al contado en función de la máxima gananciaPor lo tanto, en el Reino del capital aquí en la Tierra el dinero es el único y verdadero Dios reinante y Todopoderoso. Es omnipresente, omnisciente, omnipotente y para el cual todo es posible. Por ello el capital ni el dinero tienen patria alguna por cuanto el mundo les pertenece; tampoco tienen Dios a quien idolatrar porque, sencillamente, se sirve de todos los dioses “existentes” o, simplemente, los crea a su imagen y semejanza para la consecución de su fin esencial: la máxima ganancia, sobre la base de la explotación, opresión, control y sometimiento de la mayoría de la humanidad. Y precisamente la garantía y soporte de todo este sistema y orden establecido es el ejército y su aparato de violencia. ¿Qué sería de Wall Street y la City de Londres sin los Marines de EEUU y la OTAN?
¡Ave César, los que van a morir te saludan!
Hoy, de nuevo, la población venezolana, a través de todos los medios de comunicación públicos y privados del gobierno u oposición, está siendo sometida a grandes dosis de opio, morfina, ayahuasca, marihuana y cocaína mezclados proporcionalmente en ese “poderoso y maravilloso” cóctel que se llama “ilusión democrática”, cuyo nuevo empaque comercial: “todo cambiará el 6 de diciembre”, esconde convenientemente la catástrofe humanitaria que apenas ha comenzado en Venezuela y que toda la banca internacional anuncia con bombos y platillos, tal como el economista venezolano Francisco Rodríguez, del Bank Of America-Merryl Lynch, nos anuncia en su último Libro Rojo sobreVenezuela donde, desde el inicio del mismo nos envía este adelantado mensaje de navidad:
“Venezuela se enfrenta a lo que podría llegar a ser el mayor shock externo de su historia, y creemos que es cada vez más evidente que este es un lugar permanente y no una situación temporal. El país está reaccionando a este choque a través de una combinación de recortes de importación y el agotamiento de activos. Sin embargo, en nuestra opinión, la magnitud del ajuste sigue siendo insuficiente y reducciones adicionales de importaciones serán necesarias para estabilizar las cuentas externas”[12].
En esa misma dirección declaran los representantes del Barclays en Venezuela, según los cuales aun cuando el país lograra en los próximos dos años conseguir un poco más de 20.000 millones de dólares para pagar los compromisos de la deuda externa, aun así el Estado venezolano “sería incapaz de aumentar las importaciones y salir de la crisis de escasez, inflación y recesión”; y agrega Alejandro Grisanti, analista de Barclays Capital: entre 2014-2016 Venezuelasufrirá una “caída del PIB por habitante de 22%, casi una cuarta parte de lo que produce Venezuela se va a perder en estos tres años. Una inflación acumulada de 1.000% y al final una muy fuerte depreciación de la moneda”[13].
En palabras cristianas: la crisis no ha comenzado, el ajuste ahora es cuando viene. Lo vivido por los venezolanos en los últimos dos años son los preliminares y necesarios ejercicios de yoga y ayuno para enfrentar el hambre que viene y sobrevivir a la guerra civil declarada por el gobierno, el ejército y la delincuencia común contra la sociedad venezolana, cuyas primeras escaramuzas llevadas adelante en los pasados 25 planes de seguridad han dejado en las calles y campos de Venezuela más de 250.000 asesinados y un millón de bajas, para la conquista de la segunda independencia y tener patria. La construcción del hombre nuevo y el logro de la máxima felicidad posible, objetivos delineados por el delfín y heredero del trono en sus reiterados y manidos discursos, se materializarán cuando se cumpla el nuevo Plan de la Patria…. ¡pero en el 2030!
Es indudable que quebrar un país petrolero con 100 años de explotación petrolera y con las mayores reservas de hidrocarburos del Hemisferio Occidental es una “hazaña militar” que deja como un juego de niños los 40 años de la democracia adeco-copeyana y aun los mismos 300 años de la colonia. Es innegable que estos genios de la guerra“hechos en socialismo” merecen el reconocimiento mundial. No es fácil librar combates, organizar asaltos y vencer en batallas cuando el teatro de operaciones son las arcas de PDVSA, el Banco CentralMinisterio de FinanzasCADIVI, CENCOEX, las aduanas, fronteras, puertos y aeropuertos, el ministerio de alimentación y tantos frentes de guerra, donde solo titanes, verdaderos hijos de… Chávez pudieron lograrlo.
¡Todo militar en cualquier país del mundo es el administrador de la violencia del Estado contra los trabajadores. Por lo tanto, cómo pueden los trabajadores esperar cambios y libertades de quienes fueron educados, entrenados y pagados por ese Estado para defender el orden de la minoría dominante y garantizar la seguridad de sus negocios!
¡Una nueva sociedad basada en el amor, trabajo y conocimiento no saldrá de una urna de votación, de las palabrerías y mentiras de un caudillo o de las promesas de un candidato electoral, será únicamente producto de la unión, organización, conciencia y lucha de los trabajadores contra el capital, su Estado y representantes!
¡Solo en manos de trabajadores, asalariados, estudiantes y clases medias está la salida a la crisis!
¡Sin claridad de objetivos seguiremos a la cola de los representantes y testaferros políticos y militares de “izquierda” y de derecha, del capital!

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Referencias:
[1] 20 de julio de 1910 el general Juan Vicente Gómez, funda la Academia Militar de Venezuela que marca el nacimiento de un ejército profesional y permanente, que viene a dotar al Estado venezolano de un instrumento moderno para enfrentar las viejas montoneras y “guerrillas” que asolaron al país, desde el fin de la Guerra de Independencia en 1821.
[2] Aunque podríamos extender el origen de esta característica de asaltantes a la violencia militar y el genocidio que acompañaron al nacimiento del Estado venezolano, con la llegada del conquistador español en 1500.
[3] Un buen y breve resumen de los origenes y función del actual ejército venezolano se encuentra en “Estado moderno y auge de la República liberal autocrática 1899-1935”, Segunda etapa: la implantación (1903-1918, Pág. 12-15, Manuel Caballero, Fundación Rómulo Betancourt, 2010. La bibliografía sobre el nacimiento del moderno ejército venezolano bajo la dictadura de Gómez es hoy bastante abundante. Véase un interesante ensayo sobre estos orígenes profesionales del ejército en: http://www.saber.ula.ve/bitstream/123456789/28991/1/articulo7.pdf
[4] No es nada casual que la mayor cantidad de alumnos graduados en dicha escuela provenientes de América latina, eran militares Venezolanos. Vease: http://www.soberania.org/Archivos/4F_un_golpe_permitido.pdf yhttp://www.soberania.org/2015/09/03/bolivarianos-de-la-escuela-de-las-americas/
[5] Una demostración palpable de esta función del ejército como órgano de represión contra la población, especialmente trabajadora y en defensa del Estado y del capital, lo encontramos en la creación de la tenebrosa y mercenaria Guardia Nacional por parte del General López Contreras en agosto de 1937. Este cuerpo creado a imagen y semejanza de la no menos macabra Guardia Civil Española (De la cual adopto hasta su lema El honor es su divisa) fue la respuesta directa del Estado venezolano a las violentas manifestaciones de febrero de 1936 por la conquista de las libertades y derechos democráticos, pero sobre todo a la primera gran huelga petrolera de la historia venezolana, que por se prolongó durante 37 días, entre el 14 de diciembre de 1936 y el 22 de enero de 1937. No es casual que sea la GNB, el cuerpo de custodia principal de las instalaciones petroleras y empresas básicas del Estado. Bajo el actual gobierno ha sido elevado al rango de principal fuerza de choque contra toda la población.
[6] Es evidente que el poder armado es una necesidad para la minoría dominante, como fundamento de su dominación sobre la mayoría social.
[7] Y este populismo desde el Estado a través formas dictatoriales y tiránicas está presente en la antigüedad: Calígula, al ascender al trono del Imperio Romano según ”El filósofo Filón refiere que, durante los primeros siete meses del reinado de Calígula, hubo una felicidad general que no se había experimentado durante mucho tiempo en el Imperio Romano. Se mostró inicialmente como un ser piadoso, generoso y bienintencionado:…; decretó una amnistía para exiliados y condenados; desterró a los delincuentes sexuales; rehabilitó a su tío Claudio en la vida política; …; concedió al pueblo el derecho a votar por magistrados; aumentó las obras de teatro y los combates de gladiadores, a fin de entretener a las masas; donó a cada ciudadano romano trescientos denarios; repartió alimentos y regalos; dio generosas compensaciones económicas a la Guardia Pretoriana y a las tropas urbanas y fronterizas; realizó abundantes banquetes a los cuales invitó a senadores y caballeros; etcétera… Con todas estas cosas, era natural que todas las clases sociales le dieran su beneplácito a Calígula, y que todas las provincias del Imperio Romano le jurasen fidelidad sin problema alguno” http://www.asesinos-en-serie.com/caligula-un-monstruo-del-imperio-romano/. Léase también El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte, de C. Marx
[8] El otro “partido” que junto al ejército conforman los soportes fundamentales de todo Estado es la Iglesia y la religión. Y nótese que ambos pilares de todo Estado, son ante todo, instituciones esencialmente antidemocráticas, fundadas en la disciplina y el acatamiento de la orden y el mando de un superior y de hecho, funcionan autónomamente de los poderes establecidos, independientemente de que formalmente están sometidos a las leyes y el ordenamiento legal.
[9] http://www.aporrea.org/actualidad/a2481.html. En la misma dirección declara el General Visconti en una vuelta a un nacionalismo totalmente superado por la historia y por el propio capitalismo “. “Desde luego, todo esto requiere de una alianza cívica, militar y religiosa, para continuar la tarea que nos dejara nuestro único comandante supremo, el libertador Simón Bolívar”. http://www.lasverdadesdemiguel.net/edicion-543-general-francisco-visconti-ni-el-socialismo-ni-el-capitalismo-han-resuelto-los-problemas-socioeconomicos-de-venezuela-al-contrario-los-han-agudizado/
[11] http://www.controlciudadano.org/noticias/detalle.php?¬id=7446. Y sin embargo, el juicio de la Sra. San Miguel, encierra una gran verdad. El “ADN DEMOCRÁTICO” transmitido por la Misión Militar de EEUU, LA ESCUELA DE LAS AMERICAS, los Boinas Verdes durante el periodo de la llamada lucha armada, fue precisamente el más profundo anticomunismo, fundamento ideológico de occidente a lo largo de toda la Guerra Fría. Y aun los dinosaurios antediluvianos de la oposición, nos quieren hacer creer que este gobierno de pequeños gorilas y cachorros del Pentágono, es un gobierno “comunista”
[12] Venezuela Viewpoint +The Red Book: 3Q edition, 02 November 2015,, Francisco Rodríguez y Jane Brauer.
[13] Tomado de la reseña de Víctor Salmerón sobre el reciente sobre Foro de ecoanalitica.http://prodavinci.com/blogs/foro-de-ecoanalitica-cuales-son-los-escenarios-posibles-para-2016-por-victor-salmeron/ Al análisis del Libro Rojo del Banco de la Américas de noviembre del 2015 y otros informes de la banca mundial sobre Venezuela le dedicaremos los próximos artículos de cara a las elecciones de diciembre y el futuro de Venezuela.
Pablo Hernández Parra | Profesor de la Universidad Yacambú, Barquisimeto, Edo. Lara, Venezuela.

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