Si me preguntaran qué dos cosas transmitiría a un buscador de la verdad como base y fundamento de todas las enseñanzas, respondería, sin dudarlo, que serían el CONCEPTO DE IMPERMANENCIA y esta que ahora voy a transmitir.
El universo es ENERGIA, esto lo sabemos todos; pero no sabemos, en verdad qué cosa es energía. La idea de que se trata simplemente de un impulso como el que recorre nuestros cables es una visión parcial de la realidad.
La energía universal, base de todo es energia + informacion + conciencia. Todo en el universo esta compuesto de particulas que se impulsan y buscan (conciencia) y almacenan informacion.
Esto se repite tambien en fenomenos mayores como los conformados por diversas particulas de energía asociadas (sustancias y objetos).
La forma (impermanente) adquirida por un grupo de particulas de energía, apunta a un tipo específico de experiencia existencial que alimentará la base de datos de la misma.
Todo el universo, repito y amplío, es energia adquiriendo diversas formas para completar una experiencia de vida universal y cada vez más amplia.
El Ser, en tanto, es la fuente de esa energía y el receptor final de la data.
El Ser es, a la vez, la totalidad de todos los fenómenos y su manifestación individual.
Sin embargo la experiencia del Ser no es algo que se produce en espacios infinitos y tiempos eternos, la particularidad del proceso es que nada de eso existe. Es solo un punto y durante un instante… es sólo un sueño…
Llevando este conocimiento a la experiencia individual podemos asegurar que todo se trata del manejo de la propia energia, de la carencia de ella y de que hay quienes la roban.
No debemos vernos a nosotros mismos como baterias acumuladoras de energía, sino como conductos transmisores. Conductos que se deben mantener capaces de transmitir la mayor cantidad de energia posible.
Esto los Chinos y los orientales lo saben perfectamente y es por eso que sus artes marciales y místicas le dan tanta imporancia al aspecto energético.
Recordemos: más energía, más informaicón, más conciencia.
¿Adónde nos llevan los libros, entonces? Pues… los libros agitan nuestra conciencia para ponernos en la búsqueda… pero la verdad está detrás del resultado de nuestra búsqueda, de nuestra expedición galáctica.
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