martes, 23 de junio de 2015

En la caída el régimen va cometiendo muchos errores al aislarse incluso de sus amigos

Alfredo Michelena / El Nuevo País 

Dos hechos muestran al mundo lo frágil de la institucionalidad democrática venezolana, por decir lo menos. Uno es que la Embajada Suiza se queja de que pelotas de golf caen peligrosamente en su casa ubicada en el Country Club. La embajadora, quien debe haber tratado infructuosamente el asunto con el Club y la Cancillería, ha hecho público, en un cartel a las puertas de su residencia, las consecuencias de esa situación, advirtiendo que la Convención de Viena, la protege y la aplicará. Es como cuando uno, cansado de que se estacionen en la entrada de su garaje, y de haber llamado inútilmente a la policía, decide colocar un cartelón con aquello de “se espichan cauchos”. Que el Club defienda a sus miembros, no me sorprende, que la Cancillería no haya hecho nada mucho menos.

Tampoco es sorpresa que el régimen no haya evitado el ataque de hordas chavistas al grupo de parlamentarios cariocas que vinieron a Venezuela a visitar a los presos políticos. Hordas que no parecieron espontáneamente en el camino. El régimen luego de negarles el permiso de venir, lo permiten pero “casualmente” se dedicaron a limpiar los túneles de la autopista que comunica al aeropuerto con Caracas, congestionando el tráfico, lo que evitó que la comitiva brasilera cumpliera su cometido y estuviera indefensa a los ataques, sucedidos frente a la pasiva mirada de la Policía Nacional.

El Congreso carioca repudió el incidente. El presidente del Senado pidió “una reacción digna del gobierno brasileño ante los gestos de intolerancia” que calificó de “incivilizados y medievales”. Diputados, con el apoyo del PT de Lula, censuró al régimen. Las afinidades ideológicas y políticas con el Brasil de Lula/Dilma no bastaron. Ella calificó de“inaceptable” lo sucedido a una misión que claramente contaba con su apoyo. En la caída el régimen va cometiendo muchos errores al aislarse incluso de sus amigos.

Estos hechos muestran al mundo el talante represivo de un régimen que parece no importarle su imagen internacional. Ella se viene deteriorando a pasos agigantados a juzgar también por lo recientemente sucedido en Europa, al comparecer ante laONU, la OIT y asistir a la Cumbre CELAC-UE. El presidente del Consejo Europeo declaró no estar “satisfecho” con los resultados de la Cumbre respecto a Venezuela. Advertía que “no hay espacio para el compromiso cuando se trata de DD.HH”, y solicitaba “… el apoyo de todos los países dispuestos a trabajar para resolver esta verdadera dramática situación en Venezuela”. El mundo está expectante para apoyar una salida a la crisis venezolana.

Alfredo Michelena | Periodista | Artículo publicado el día 21 de junio de 2015 en la columna “Bitácora Internacional” del diario El Nuevo País.

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