La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), le otorgó a Venezuela un “reconocimiento especial al mérito de la MISION ALIMENTACION por los logros alcanzados en materia de seguridad alimentaria y nutricional que ha llevado a mejorar notablemente el acceso a los alimentos de toda la población venezolana”. A la vez su Director General, José Graziano Da Silva, expresó su emoción por contar con la colaboración de Venezuela en la lucha por la erradicación del hambre. Todos los venezolanos, sin excepción, y la comunidad internacional que nos ha acompañado de manera responsable y con solidaridad extrema, saben, conocen y están claros, que en los últimos tres años hemos vivido la mayor crisis alimentaria de toda nuestra vida republicana, hasta el punto que su agudización nos conduce ineluctablemente a una “catástrofe humanitaria”.
El acceso a la alimentación es muy débil o nulo, los pocos productos que se consiguen generan enfrentamientos violentos diariamente entre los miembros de la población; esto deriva en situaciones deprimentes porque constituye en esencia una ruptura con un principio fundamental en el hombre: ético y constitucional, como es el respeto a su “dignidad humana”. Al régimen poco le importa esta situación, al contrario, la profundiza, cuando de manera energúmena, se pelea con todos los sectores productivos y hace caso omiso a las recomendaciones, que al respecto, le señalan organismos técnicos, ONGs, universidades, y academias científicas, entre otras, para corregir el camino de la destrucción económica en la cual estamos insertos. El hambre que actualmente pasamos los venezolanos, -esos que nacieron y se criaron, en un país petrolero, de bonanza económica, que recibió en los últimos 15 años la bicoca de un billón de dólares- se radicaliza fundamentalmente en su población infantil; la leche en ninguna de sus presentaciones se consigue, aumentan las angustias de sus padres y las consecuencias de eso, pudieran ser nefastas para la paz y la armonía social.
Ese reconocimiento de la FAO es una burla a la inteligencia de los venezolanos, pero no ha sido algo espontáneo; ha sido un evento muy bien diseñado por los comunistas aliados del régimen, ante su deterioro estructural en el concierto internacional. El actual Director General de la FAO, el Dr. Da Silva, es un connotado dirigente del PT en Brasil, amigo y asesor permanente de Lula. Dirigió el equipo que diseñó el programa “hambre cero” (fome zero) en su etapa inicial de implementación y luego ejerció el cargo de Ministro Extraordinario para la Seguridad Alimentaria, hasta el año de 2005. Asesoró al “comandante eternamente enterrado” en la implementación de la red mercal y otras entidades, que por cierto, han desaparecido en su cobertura alimentaria, precisamente, por el fracaso en la conducción económica. En el año 2006, Lula lo postula como representante de América Latina ante la FAO; cargo que ejerció hasta el 2011 cuando resultó electo, por una votación cerrada, ante el español Moratinos y donde el difunto jugó un rol preponderante; siendo reelecto, por 4 años más, el pasado sábado 6 de junio.
Así, mi estimado lector, ese reconocimiento no es gratuito, eso es ideológico y como pago por el apoyo irrestricto del régimen hacia Lula y Da Silva. De extraño no tiene nada, que se hayan utilizado recursos propios del Estado venezolano para lograr ese fin; de miembros del PT es esperado y del régimen venezolano y del PSUV también. La corrupción del gobierno de Lula y Rouseff en instituciones públicas como PETROBRAS, por ejemplo, ha llevado a importantes funcionarios gubernamentales y dirigentes partidistas a las cárceles. En Brasil, existe Estado de Derecho y muy poco pueden hacer esos gobiernos para detener esos encarcelamientos. El Dr. Da Silva, tiene estudios amplios a nivel universitario para ocupar ese cargo, pero, como decía nuestro Libertador: EL TALENTO SIN PROBIDAD, ES UN AZOTE. Menos mal que los venezolanos lo han tomado como una verdadera “mamadera de gallo”; no engañan a nadie.
Marjimgar54@hotmail.com|profesor universitario
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