Periódicamente los diferentes países se han enfrentado a lo que se suele denominar décadas pérdidas, años seguidos de caída o crecimientos económicos que deshacen todo lo que se avanzó en el anterior boom económico impidiendo el desarrollo de la región. Sin embargo algo cambió en los últimos años. Países cómo Brasil, Colombia, Perú e incluso México han vivido un periodo de crecimiento económicos sostenido con inflaciones controladas durante más de 10 años, una estabilidad anómala para una región del mundo acostumbrada a saltar de crisis en crisis.
El Boom de las materias primas, impulsado por el rápido crecimiento económico de China ha sido todo un mana para muchos países latinoamericanos. Una oportunidad sin precedentes para que en un entorno estable y partiendo de bajos niveles de endeudamiento, muchos gobiernos latinoamericanos pudieran empezar a desarrollar una serie de infraestructuras que son básicas para que sus economías puedan tener una mínima oportunidad de ser competitivas en un futuro próximo cuando el boom de las materias primas llegue a su fin cómo parece que está siendo el caso.
No cabe duda que se han hecho cosas. Pero tampoco cabe duda que no se han hecho muchas de las infraestructuras mínimas necesarias o al menos palidecen con las que en el mismo periodo de tiempo se han realizado en otras latitudes.
Mirad el desarrollo que ha tenido en los últimos 20 años la red de metro (un infraestructura básica para facilitar la movilidad en grandes urbes) en Shanghai. Ahora lo podéis comparar con la evolución en dos grandes ciudades de Latinoamérica, ambas grandes áreas metropolitanas con más de 6,5 millones de habitantes.
En Bogotá, siguen igual que hace 20 años, es decir sin Metro. ¿Os imaginas que pasaría en Madrid, con el doble de habitantes si no tuviera ni una sola línea de metro?… las horas perdidas en atascos y el impacto que esto tendría en la economía de la ciudad sería dramático.
Curioso resulta también el caso de Rio de Janeiro. Brasil es todo un gigante económico, Rio con 6,5 millones de habitantes es la segunda ciudad del país. La bonanza económica en el país carioca en los últimos años no ha tenido precedentes y sin embargo, y con un Mundial de Fútbol de por medio y unos Juegos Olímpicos a la vista, sólo han sido capaces de extender ligeramente sus actuales dos líneas de metro.
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