Seguramente fue la noche en la que se destapó el aguacero. Fue una noche de trasnocho y desazón, la cena había sido pesada: paella valenciana con mucho fundamento con trozos de pechuga grande e hígados frondosos y trozos de conejo también grandes, pero todo parece indicar, según confiaron fuentes muy cercanas a la pareja presidencial, que fueron las judías verdes y planas lo que provocaba unos jodidos ronquidos en Cilia que no lo dejaron dormir. El caso es que Maduro se movía intranquilamente.
Allí en medio de los ronquidos de la Primera Combatiente fue que le surgió la idea.
Seguramente, empezó tímidamente a formarse en la “cingulada dorsal anterior”, pero una vez que logró su formación embrionaria se fue desarrollando en los opérculos frontales, especialmente el izquierdo, que es el lado que siempre se le activa al Presidente. Esta parte del cerebro está en el sistema límbico y entre sus tareas está la implicación en la comisión de errores. Según fuentes confiables, que trabajaron mucho tiempo con el Dr. Edmundo Chirinos, esta es la parte del cerebro que más se le ha desarrollado al Presidente junto con el lóbulo frontal del cerebro, lugar del cerebro donde se gesta la producción de mentiras. En el presidente Maduro, esta parte de su cerebro ha desarrollado más cantidad de sustancia blanca que de sustancia gris, en un 22% más. Aunque paradójicamente, las mentiras que solemos oírle no son nada blancas, son más bien grises.
En todo caso, a las tres de la mañana, el presidente Maduro parió “la idea”. Los detalles serían armados por su gente más cercana, pensó en Ernesto Villegas, en Jorge Rodríguez y en Tania Díaz. En la noche estaba todo listo.
Y así fue como pudimos ver los venezolanos, con cierto asombro el video donde un tipo que había descuartizado a una mujer pasó a ser el nuevo testigo estrella del gobierno para acusar a sectores de la oposición de complicidad en el descuartizamiento de la dama ya mencionada.
Probablemente ese evento pasará como un capítulo más de la historia venezolana de la infamia.
Ahora en descargo del Presidente, podemos decir que el hecho de que su idea no lograra formarse definitivamente en esa parte media del cerebro conocida como la cingulada dorsal anterior, sino que pasara rápidamente a los opérculos en momento en que se encontraba poco activo su hipotálamo.
De verdad otra cosa hubiera sido si su hipotálamo se hubiese activado, pues este es quien esta involucrado en la ingesta de comida y agua y en la actividad sexual y la reproducción, de habérsele activado, quizás al presidente Maduro le hubiese dado por seguirse comiendo los granitos de arroz que habían quedado sueltos de la paella o hubiese despertado a la primera combatiente para hacer vainitas y otros juegos de seducción, pero, lamentablemente, paella se lo había desactivado.
La cuestión es que oyendo a José Rafael Pérez Venta, la nueva versión de Vásquez de Armas, la gente no creyó nada de lo que decía y mucho menos que en el descuartizamiento hubiese estado involucrada tanta gente que sólo faltó Obama y Bush, pues Uribe como siempre fue el autor intelectual.
@RojasyArenas
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